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George Soros: Un Robin Hood con piel de tiburón

La endurecida regulación financiera ha forzado el cierre de su «hedge fund». Frío especulador a la par que desprendido benefactor, «sólo» gestionará ya la fortuna familar: 25.000 millones.

George Soros: Un Robin Hood con piel de tiburón ED CAROSIA

EMILI J. BLASCO

Para un hombre que tuvo el esperanto como lengua paterna, estaba claro que el mundo iba a ser su montura. George Soros transformó su temprana habilidad de comprensión transnacional en caja registradora. Con una regla aparentemente sencilla —«soy rico solo porque sé cuando estoy equivocado»— ... este especulador financiero estadounidense de origen húngaro ha reunido con el tiempo una enorme fortuna. A sus casi 81 años, la revista Forbes le estima un patrimonio de 14.500 millones de dólares , aunque probablemente sea mayor a tenor de lo revelado el martes: su «hedge fund» cuenta con 25.000 millones de dólares de inversiones familiares, la mayoría se supone que personales. A partir de ahora, Soros se dedicará a gestionar únicamente esas cuentas, sin participaciones de fuera de la familia, para no tener que sujetarse a las exigencias de mayor trasparencia que introduce la nueva legislación estadounidense en materia financiera. Con una atribuida rentabilidad del 20% de media en los cuarenta años de Soros Fund Management (en 2010 fue del 6%, aún elevada dada la situación de crisis), muchos querrían seguir poniendo el dinero en sus manos. Pero solo él y lo suyos se seguirán beneficiando de su buen ojo y mejor olfato.

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