¡Feliz año nuevo!... 24 horas antes

La cita de las precampanadas fue a medianoche en la popular Puerta del Sol de Madrid, donde cada año, fieles a la tradición, millones de pares de ojos contemplan, expectantes, como el viejo reloj, de casi siglo y medio de vida, dice adiós al año viejo y se adentra con paso firme en el nuevo, en medio de gritos de alborozo y buenos deseos de prosperidad. Y todo ello con antelación. Con la alegría de ser unos privilegiados y vivir esa sensación por anticipado.

Ayer, un año más, se volvió a repetir el mismo guión en la segunda de las tres pruebas que se realizan para la gran ocasión con el fin de que nada falle. La primera, al mediodía, se volverá a repetir hoy. Con todo, la que más público reúne es la de la medianoche. Como ocurrió, una vez más, la noche del jueves, cuando ni la lluvia pudo con la ilusión de miles de personas, de dentro y de fuera de nuestras fronteras. «Me hacía mucha ilusión, es como un gusanillo que llevas dentro; hasta que dices, ¿y por qué no esta vez?». Es lo que hizo Consuelo, vecina de Ciempozuelos en 2009 con 8 amigos y que, en esta ocasión, ha vuelto a repetir con 17. «En 2011 seremos el triple, a este paso...», dice su hijo Sergio

La prenochevieja atrae ya a tanta gente que se ha convertido en un problema de orden público. Para prevenir incidentes, de 21 a 00.30 horas se cerró la estación de la Puerta del Sol, punto neurálgico de la red de Metro y Cercanías. Ninguno de los trenes paró en Sol en ese intervalo horario ni lo hará hoy.

Plan especial

La Policía Municipal valló los accesos en las calles adyacentes e hizo varios pasillos para establecer filtros. El objetivo: que no se colara vidrio ni ningún objeto que pudiera emplearse como arma arrojadiza. Por ello, se repartieron 20.000 vasos de plástico y se impidió el acceso de botellas, no solo de cristal, sino de cualquier envase, peligroso proyectil, lleno y con tapón. Lo mismo que sucederá esta noche. «Es la tercera vez que venimos. El día 31 no lo puedes hacer por la cena y la reunión familiar; en cambio, hoy, disfrutas un montón, hay menos gente y te enteras de todo». Así de claro lo tenían Cristina y Paz, dos amigas de Getafe y Leganés. «Mi hermana me ha dicho que el 31 la gente no se entera de nada. La mayoría viene con la radio incorporada. Hay tanto follón que ni oyen cuartos ni nada de nada, y todo el tiempo pregunta, ya?, ya?», indicaba Patricia.

«Esto está “petao”. Es increíble. Si hace veinte minutos no había nadie...», decía Jesús. En la Puerta del Sol no cabía un alfiler y lo mismo ocurría en las calles aledañas, en donde muchos decidieron quedarse a celebrarlo, en vista de lo que costaba desplazarse, ante los pasillos y los filtros policiales. Eso sí, todo el mundo iba preparado, en los cucuruchos no solo había uvas, chuches, aceitunas, gajos de mandarina... «No tomes uvas, dan mala suerte si las comes antes del 31... », decía Roberto, muy seguro de sí mismo.

«Yo soy el turrón —decía Víctor—, un científico español residente en el Reino Unido, que no se pierde la cita con las «preuvas» desde que vive fuera. Su amigo Tony, que se dedica a la logística, expresaba su deseo para 2011: «Que se vaya Zapatero». Lo tenía muy claro. Otros agregaban lo de siempre:«Fuera crisis» «Salud» «Trabajo»... Fue un ensayo general que no defraudó, a la espera del definitivo.... ¡A por el 2011!