PENSIONES EN EUROPA
Jubilarse a los 65, 67... o 70 años
Los socios comunitarios ligan ya las pensiones a la esperanza de vida y la edad de jubilación al tipo de empleo
MONCHO VELOSO
El Pacto de Toledo llegó el pasado miércoles a un vago «principio de acuerdo». Sin dar cifras ni fechas, los grupos parlamentarios, que debaten en esa comisión la reforma del sistema de pensiones, acordaron ampliar el periodo de cálculo de las mismas. Pero mantienen el ... tira y afloja en torno a elevar o no la edad legal de jubilación hasta los 67 años, apartado en el que se ha estancado el debate. Hay acuerdo en alargar la vida laboral pero se rechaza la propuesta original del Ejecutivo socialista, —retrasarla, sí o sí, dos años—, siguiendo el camino emprendido por otros países europeos.
El pasado viernes, Rodríguez Zapatero se reafirmó en esa postura. Aunque, consciente del repudio generalizado que ha cosechado ese plan entre el resto de partidos, anunció también que Moncloa está dispuesta a admitir «factores de flexibilidad razonables» para fijar la nueva edad de retiro.
Esa es la recomendación que presumiblemente saldrá de ese Pacto de Toledo, que antes de que acabe diciembre tiene que presentar su propuesta al Ejecutivo. Luego, el Gobierno, que puede considerar o no esas ideas, redactará su propio texto como proyecto de ley. Siempre, antes del 28 de enero, para debatirlo después en el Parlamento y con los agentes sociales.
¿Subirá la edad de retiro a los 67 años? El Gobierno asegura ya que sí. La oposición acepta elevarla, pero de forma voluntaria y atendiendo a diversos conceptos y baremos técnicos. Por ejemplo: que se premie al trabajador que decide voluntariamente retrasar su jubilación y que se penalice al que decide retirarse antes de su puesto. O que se amplíe en función de la esperanza de vida. Lo mismo que han hecho ya otros socios de la UE.
Nadie se ha resistido a «tocar» esa edad, aunque unos con más fuerza que otros. Alemania y Dinamarca fueron los países más implacables a la hora de revisarla: la aumentaron hasta los 67 años, la más alta de la Unión. Reino Unido, que la elevó de 65 a 66 años, no descarta volver a actualizarla conforme a su propuesta inicial: 68 años.
Francia amplió de 60 a 62 años la edad mínima de jubilación, pero para acceder a la pensión completa será necesario cumplir 67 años, frente a los 65 actuales. En Austria, Bélgica, Italia y Portugal es de 65 años. Y en Finlancia y Suecia, la edad de retiro es flexible, entre los 63 y 68 años y los 61 y 67 años respectivamente.
Premiar la jubilación tardía
En cualquier caso, en casi todos estos países se han fijado excepciones y condiciones que flexibilizan esa edad de referencia. La más extendida es castigar económicamente a quien decide adelantar su retiro y pagar un incentivo a quien opte por retrasarlo.
Austria introdujo un bonus del 4,2% de la pensión por año de retraso en jubilación, hasta los 68 años y el 10% de la pensión. Del mismo modo, penaliza con ese porcentaje a quien se jubile antes de tiempo (65 años). Y en 2017, eliminará incluso la jubilación anticipada. Bélgica, Finlandia y Francia siguen modelos similares.
En España, a día de hoy, y a pesar de que la edad de jubilación está fijada en 65 años, un trabajador puede retirarse cuando lo desee a partir de los 61 años. Con una penalización, eso sí, de entre el 6% y el 8% en la pensión por cada año de jubilación anticipada. Del mismo modo, desde 2008 se permite seguir trabajando hasta los 70 años, con una prima anual del 2%.
No hay, en el caso español, ningún otro condicionante. Y frente a esa rigidez, el resto de la Unión Europea ya ha aprobado o ya aplica nuevos baremos, que el Gobierno de Rodríguez Zapatero ha incluido en los informes que estudia y que podrían servirle de referencia para actualizar la edad de jubilación, que desde 1919 es 65 años.
Francia, que ha aprobado un amplio catálogo de excepciones a su edad legad mínima de jubilación, ahora en 62 años, permite seguir jubilándose a los 60 años a los trabajadores «en virtud de la penosidad de su trabajo», por pertenecer al servicio público activo o por cotizar a uno de los regímenes especiales. Y permite acceder antes a la pensión completa en función de las cargas familiares o de posibles discapacidades.
Esperanza de vida
Sin embargo, el que quizá ha sido el criterio más comentado ha sido el de relacionar la edad de jubilación, y por lo tanto la pensión a recibir, con la esperanza de vida. En Francia, conforme a la reforma aprobada el pasado noviembre, el periodo de cotización necesario para disfrutar de una pensión completa aumentará progresivamente debido al alargamiento de la esperanza de vida. Así, ese periodo, fijado hoy en 40,5 años, pasará a 41,5 años en 2020.
En Bélgica, ya en 2006, se aprobó una medida en la misma línea. En Dinamarca, también en ese año, Gobierno y oposición acordaron someter la edad de jubilación a revisión a partir de 2015 en función de la esperanza de vida. Los sistemas de pensiones de Italia y Francia también contemplan ya esta realidad.
Quienes apuestan por ligar la edad de jubilación y las pensiones a la esperanza de vida lo hacen justificando que en el futuro, ante el envejecimiento de la población, no habrá suficientes trabajadores para sustentar las prestaciones de los jubilados. De hecho, según el informe —«Datos comparados sobre sistemas de pensiones europeos»— que maneja la Seguridad Social, hoy son más de 2,5 los españoles que contribuyen a la pensión de un solo jubilado; en 2060, cada pensión estará soportada por menos de 1,5 trabajadores.
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