De «La Meca» a «La Isla»

Morata, que estuvo acompañado en una rueda de prensa por el secretario de la Unión de Comunidades Islámicas de Murcia, Mohamed Reda, explicó que las modificaciones afectarán además al remate de una cúpula, de donde será retirada una media luna, y en la parte que simula un minarete, todo lo cual les supondrá un gasto de 100.000 euros.

Los propietarios consideran resuelto el problema que en los últimos días han tenido a raíz de un ataque a su página web por parte de un hacker musulmán que amenazó con un boicot a España de no cambiar la denominación.

Pedro Morata, periodista deportivo de la Cadena Ser en Valencia, comentó a los periodistas que desde que a inicios del verano que se reabrió al público asistieron unas cien mil personas, y que la gente que viene al local no lo hace «porque se llame 'La Meca' o 'La Isla', ni porque haya un remate de la torre de una o de otra manera, o porque en la cúpula hubiese un diseño u otro, sino porque le encantan las instalaciones y no van a consentir que se convierta esto en un pequeño problema por una cuestión tan simple». «Lo hemos hecho por la tranquilidad de nuestros clientes», agregó, después de comentar Reda que en el día anterior supervisaron los cambios en la arquitectura que sufrirá el local, que tiene previsto abrir esta noche al público de nuevo.

La página web atacada luce desde hoy el nuevo nombre con una fotografía aérea del local enmarcado en una isla y se advierte que se encuentran diseñándola de nuevo, y que este fin de semana abre al público. Por otra parte, la portavoz del Ejecutivo regional, María Pedro Reverte, ha dicho hoy tras el consejo de gobierno que «resulta triste la intolerancia de determinados colectivos», al tiempo que ha afirmado que por parte de la discoteca «se ha actuado correctamente».

«Estoy convencida de que cuando se puso ese nombre a la discoteca no había interés de molestar a nadie», ha señalado Reverte, quien ha agregado que, ante la intolerancia mostrada por algunos, los empresarios han querido «evitar el conflicto y respetar todos los intereses, que no son respetados igualmente por todas las partes y están tratando de cambiar el nombre al establecimiento».