Suscribete a
ABC Premium

Obama, ese enigma

EL regalo navideño de Obama fue la reforma del sistema sanitario norteamericano, algo que no había logrado ninguno de sus predecesores. Falta le hacía. Su estrella empezaba a declinar.

Nadie crea, sin embargo, que se trata de establecer en Estados Unidos una salud pública semejante ... a la europea. Clínicas, médicos y medicinas seguirán siendo privadas. Lo único nuevo es que quienes no puedan pagarse una póliza de seguro médico, recibirán del gobierno ayuda para agenciársela, según sus ingresos y el número de familiares. O sea, una ampliación del actual sistema con ayuda estatal, lo que ha dejado descontentos a ambos extremos. La izquierda critica, que no se haya establecido una auténtica sanidad pública. La derecha, que va a costar un dineral, sin fondos con que pagarlo. Pero para los 30 millones de norteamericanos que no tienen cobertura médica será una bendición. Y Obama ha preferido una pequeña reforma a ninguna. Lo que nos da, como nos había dado su actitud ante la guerra, una idea mucho más exacta de él que la que venía circulando.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia