«El Pepe», tupamaro y bocón
El candidato presidencial uruguayo por el oficialista Frente Amplio, José «Pepe» Mujica, provocó esta semana un verdadero terremoto en Argentina. Ex guerrillero del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros y actual senador, sorprendió a Argentina con unas declaraciones demoledoras en un libro de entrevistas sobre el ... país y sus dirigentes. «Los Kirchner son de izquierda, pero una izquierda que, mamma mía, una patota» (equivalente a banda de matones); «Carlos Menem es mafioso y ladrón», así como «los radicales son tipos muy buenos, pero unos nabos», fueron algunas de las perlas del hombre que, según todos los sondeos, se perfila como futuro presidente en las elecciones del próximo 25 de octubre.
Su principal adversario, el ex presidente Luis Alberto Lacalle (1990-95), candidato del opositor Partido Nacional o Blanco, está convencido de que la contienda se dirimirá en segunda vuelta.
Media docena de balazos
Aunque en su juventud José Alberto Mujica Cordano (Montevideo, 1935) militó en una agrupación del Partido Nacional, en los años sesenta se unió a los tupamaros. En el movimiento guerrillero participó en secuestros y asaltos hasta que, buscado por la Policía, pasó a la clandestinidad. «El Pepe», como se le conoce, recibió media docena de balazos, fue detenido en cuatro ocasiones, se fugó en dos y pasó quince años de su vida entre rejas; hasta que, con la vuelta de la democracia en 1985, le benefició la ley de amnistía.
Las definiciones sobre Argentina de Mujica, ex ministro de Agricultura del Gobierno de Tabaré Vázquez, sentaron en el Ejecutivo casi peor que aquellas palabras pronunciadas por el ex presidente Jorge Batlle en el año 2002, en las que decía: «Los argentinos son una manga de ladrones del primero al último».
Rápido de reflejos Mujica, pese a sus 74 años ducho en informática y con blog propio, recurrió a éste para pedir perdón: «Nunca se es demasiado viejo para aprender... Estoy tomando dos cursos acelerados: el primero es para aprender a callarme la boca un poco más... El otro es para aprender a no ser tan nabo», se confiesa. Aunque, esclavo de sus palabras, asume que «lo hecho, hecho está». Sin pelos en la lengua, como suele ser su estilo, durante su paso por Agricultura fueron notables sus salidas de tono y su franqueza, aunque algunos criticaron también su falta de profesionalidad.
«Me engañaron»
Todas las expresiones del viejo tupamaro, amante de su huerta y considerado el alma mater de aquella guerrilla setentista, quedan reflejadas en el libro titulado «Pepe Coloquios», del periodista Alfredo García. El candidato presidencial se justifica de este modo: «Se supone que el señor iba a escribir un libro sobre Pepe Mujica, no un libro con las conversaciones que mantuviera con él». Así que concluye que «me engañaron alevosamente y perdí».
Asombrado del país vecino, José Mujica también reflexiona: «No se puede creer que la Argentina sea un pueblo de tarados» porque «tienen una intelectualidad potente, pensadores importantes». En círculos políticos de Montevideo se comenta que el presidente brasileño, el izquierdista moderado Luiz Inacio Lula da Silva, le aconsejó un cambio de imagen. «El Pepe» ha dejado a un lado ahora su vestimenta informal para apuntarse al traje de diseñador.
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