Feijóo apuesta por «arrimar el hombro» y reitera su oferta de diálogo en la toma de posesión como presidente

En el acto solemne de su toma de posesión, Núñez Feijóo ha expresado además su deseo de un nuevo modelo de financiación autonómica y ha aprovechado la presencia del vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, para expresar su convicción de que tiene "especial querencia" por los principios de "igualdad interpersonal e interterritorial". En su discurso, el nuevo presidente de la Xunta, que ha estado acompañado de sus cuatro antecesores (Gerardo Fernández Albor, Fernando González Laxe, Manuel Fraga y Emilio Pérez Touriño), entre otras autoridades, se ha emocionado cuando ha recordado, ante sus padres, también presentes, que forma parte de la generación que se formó gracias al esfuerzo de sus antecesores, "que padecieron la penuria de la posguerra".

Los principales dirigentes del partido también le han arropado en un día tan señalado. Además de Rajoy, también han acudido a la toma de posesión la secretaria general, Dolores de Cospedal, la portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón y el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera.

Tras este acto solemne se ha celebrado otro en la Plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela. En su primer baño de multitudes como presidente de la Xunta, ante unas 5.000 personas, Feijóo ha erigido el galleguismo en el "punto de encuentro" de todos los gallegos y ha señalado que la "expresión política" de esta filosofía, con la que ha definido la "personalidad colectiva" de Galicia, es la propia autonomía de Galicia "consagrada en el Estatuto y protegida por la Constitución".

La llegada al Gobierno de Galicia de Núñez Feijóo supone la vuelta al poder del PPdeG, tras los cuatro años de la coalición formada por el PSdeG de Emilio Pérez Touriño y el BNG de Anxo Quintana. Su partido obtuvo en las elecciones del 1 de marzo 38 de los 75 escaños de la Cámara gallega, por lo que consiguió la mayoría absoluta que le ha permitido ser elegido el quinto presidente gallego con los votos a favor de su partido en la primera ocasión en la que se presentaba. Los veinticinco diputados del PSdeG y los doce del BNG votaron en contra de su investidura el pasado jueves en la Cámara gallega.