El Gobierno se vuelca ahora en lograr que CiU y PNV no veten el Presupuesto
GABRIEL SANZ
MADRID. Apalabrado ya el apoyo parlamentario al trámite de los reales decretos financieros, el afán del Gobierno desde hoy y hasta pasado mañana, viernes, cuando concluye el plazo para presentar enmienda de totalidad al proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado 2009, ... es que ni PNV ni CiU las presenten. Algo que no está nada claro. Se ha implicado hasta el propio presidente del Gobierno que, en un gesto, el domingo telefoneó al portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, oficialmente, para explicarle el contenido de las medidas financieras apoyadas por los países del euro.
Hoy, Zapatero dedicará a Duran media hora (de 9.15 a 9.45) en el Congreso, se supone que no para explicarle unas medidas financieras que ya le explicó por teléfono y sí para pedirle árnica presupuestaria. Los detalles se los deja al portavoz del Grupo Socialista, José Antonio Alonso, que se reunirá con el portavoz nacionalista una hora más tarde.
El jefe del Ejecutivo va a dedicar otra hora al portavoz del PNV, el socio díscolo de última hora, Josu Erkoreka, que no acaba de dar el «sí» al apoyo presupuestario. Al resto, quince minutos a cada uno. Ayer, tras su reunión con el portavoz del Grupo Socialista, Erkoreka avisó de que el PNV está «igual de lejos que de cerca del acuerdo presupuestario que antes de la reunión». Y lanzó una advertencia reveladora del malestar peneuvista: se está intentando confundir a la opinión pública al decir que quieren romper la caja única de la Seguridad Social para llevarse las cuotas. «No es cierto».
Erkoreka sí reconoció que Alonso les había ofrecido «algo distinto» que, «si las negociaciones fructifican», concretarán más adelante. Sin llegar a precisarlo, el portavoz del PNV reconoció que podría estar relacionado con compartir competencias con la Administración central en ámbitos de I+D+i. Los socialistas, según las fuentes consultadas por ABC días atrás, se han negado a consolidar cantidades que se detraigan del cupo en 2009 en concepto de I+D+i.
Aunque desde la órbita del PSOE se lanza la idea de que es una estrategia negociadora del PNV, lo cierto es que en diversos ámbitos del Gobierno y el Grupo Parlamentario Socialista cunde cierto nerviosismo por llegar a última hora sin apoyos explícitos.
En este escenario, CiU es consciente de que su abstención activa cobra más valor. Ayer, el presidente de CiU, Artur Mas, decía que el nuevo modelo de financiación y el volumen de inversión en infraestructuras estatales en Cataluña son «primera condición» que cumplir por parte del Gobierno para poder contar con su voto favorable a los próximos Presupuestos Generales del Estado.
Y Duran, desde Madrid, encareció su apoyo presentando en el registro del Congreso una proposición no de ley en la que insta al Gobierno a establecer una moratoria de sesenta días en el pago de los impuestos por lo que tributan los trabajadores autónomos y las pymes, así como aplazar hasta en seis meses la liquidación del IVA para las empresas que lo soliciten. Unas medidas que reducirían la recaudación del Estado y alterarían vía ingresos las cuentas que había preparado el Gobierno en 2009.
Preguntado anoche Rodríguez Zapatero si está dispuesto a apoyar el paquete de medidas que propone CiU, dijo que prefería «escuchar» hoy qué propuestas le hace Josep Antoni Duran i Lleida antes de dar respuestas categóricas.
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