El patrimonio salmantino se convierte en lienzo

Aun siendo un tesoro inacabable de arquitecturas desde el románico hasta el art déco, sin olvidar, por supuesto, su condición de capital del plateresco renacentista, el Festival de Luz y Vanguardias propone descubrir o redescubrir Salamanca desde una nueva perspectiva, la del arte moderno, que contrasta, a la vez que complementa, su monumentalidad . La colaboración del Ayuntamiento salmantino y el apoyo de Iberdrola hacen posible que artistas internacionales, creadores independientes y estudiantes universitarios dispongan durante cuatro noches como lienzo para sus obras visuales de algunos de los espacios más emblemáticos de la ciudad.

Las creaciones exploran las múltiples vertientes del llamado arte de la luz incluyendo elementos de la plástica, la instalación, el vídeo y la proyección facilitando así la inmersión del espectador en nuevos mundos nacidos de la interacción entre la luz, la oscuridad y el patrimonio artístico salmantino.

La Plaza Mayor es el epicentro del certamen que, además, tiene como escenario la Casa de las Conchas, sobre cuya fachada sur se proyectarán las creaciones de los estudiantes de las dos universidades salmantinas dentro de la sección «jóvenes talentos».

A ellos se une la Plaza de Anaya , que albergará la obra de uno de los artistas internacionales invitados: el dúo franco-japonés Nonotak Studio, que promete ahondar en ese espíritu participativo, festivo y multimedia y que tomará el testigo de la propuesta de láser, humo y sonido que el holandés Edwin van der Heide exhibió en la primera edición del Festival. El recorrido concluye en el convento dominico de San Esteban. En la fachada plateresca de su iglesia el consagrado artista mexicano Rafael Lozano-Hemmer constatará el enorme poder de la simbiosis entre el patrimonio salmantino y el arte de la luz al igual que lo hiciera en la edición anterior Ana Barriball.