Escapadas sin salir de Andalucía para este puente de octubre 2021

La combinación certera de glamour y camping, máxima expresión de lo que se conoce como «pijipismo», ya ha germinado un nuevo concepto: glamping. Esta gozosa práctica consiste en acampar con todas las comodidades posibles en contacto con la naturaleza . Un palacio breve en la hermosa intimidad de una tela blanca, cafés a la mañana, la luz traslúcida de una pared difusa, arrullos de palomas al despertar y silencio denso por la noche. Son muchas las empresas que lo ofertan. Una de las más populares se llama Kampaoh , tiene sus tipis indios repartidos por toda España y nos da la opción de escoger la localización que más nos interese. Campo o playa, Vejer de la Frontera o Sierra de Cabra , orilla de río o falda de montaña. La mayoría son para dos personas, pero también se pueden reservar tiendas para más huéspedes.

Los ciervos nos ofrecen los últimos bramidos de la berrea entrados ya en octubre. Buscan a golpes de garganta la complicidad de sus parejas y los entornos rurales se envuelven en un velo de sonidos con textura. Existen múltiples puntos en la península donde disfrutar de este espectáculo, pero la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, en Huelva , se impone como uno de los más particulares. Gastronomía y paisaje se funden en las córneas y el estómago con la intención de aconsejar un pronto regreso.

¿Cuáles son los lugares más idóneos para alojarse? Sin duda, la propia Aracena, con su castillo ajado y la gruta que llora miel, Galaroza, blanca y apuntalada de fuentes, Jabugo y Valdelarco son buenas opciones. Pero conviene presentar, para quien no lo conozca, al más pequeño de la provincia onubense: Cumbres de Enmedio . Cincuenta habitantes, tres calles, un restaurante , Casa Cabellos de Oropesa , y un recinto cercano en el que hospedarse: las Cabañas de Buffalos . Los senderos se abren paso sinuoso en la maleza y queda un entorno donde el humo huele a carne y el aire parece inusitado por fresco.

El dramaturgo Chéjov dijo aquello de que «si quieres ser universal, escribe de tu pueblo». Hay que añadir, en este caso, que, si quieres descubrir una rareza, observa con calma lo que tienes al lado. La globalización tiene esas cosas; hace tiempo que extendió sus brazos y de tanto hacernos mirar hacia fuera nos despista a la hora de valorar con perspectiva lo que tenemos dentro. Sanlúcar de Guadiana, al pie del río fronterizo que traza la división entre España y Portugal , llega a estas líneas como una valiosa anomalía a la que debemos escaparnos. Alguna vez. Cuanto antes.

Este es el único lugar de Europa con una tirolina que conecta dos países . Pertenece a la empresa Límite Zero , que nos permite lanzarnos, vadear hacia la otra orilla e indagar por las calles de la vecina Alcaucín, ya en el Algarve. El río es navegable en esta zona. Y por ello numerosos veleros, lanchas y piraguas dejan su estela en la superficie verde cada día, salpicando así las vistas. Guadiana Xtreme , además, organiza actividades con kayaks, paddle surf e hidropedales.

El municipio no alcanza los 500 habitantes. Posee un bello paseo junto al muelle, un castillo del medievo, el de San Marcos, una iglesia que corona y gran variedad de bares, restaurantes y casas rurales a valorar. Lo verdaderamente raro es que Sanlúcar de Guadiana no sea más conocida: no divulguen demasiado este secreto por ahí. Cautela.

La única certeza que nos dejan las estaciones es su avance continuo, el cambio con el que rocían árboles, cielos y marismas, el traqueteo de los días que sigue un curso aparentemente azaroso con el que deleitarnos. El parque natural de Doñana varía enormemente en función de la época del año en la que nos encontremos. Y es el otoño uno de los momentos más oportunos para visitarlo. Los terrones se levantan arcillosos a causa del agua ya evaporada por las altas temperaturas sufridas durante el verano mientras otros arroyos resecos fluyen al ritmo de las lluvias más tempranas . Lo verde gana poco a poco terreno junto a lo pardo por el pasto y el tronco, y las hojas caducas ceden a la gravedad. La migración de las rapaces no cesa, ni la berrea de los ciervos. Las crías de lince ibérico han crecido lo suficiente como para estrenarse en el complejo y necesario mundo de la cacería, los insectos se levantan y todo se asienta para la llegada de los nuevos inquilinos del invierno.

Doñana se puede recorrer a pie y a caballo, en coche y a través de las visitas guiadas que parten del centro El Acebuche, entre otros espacios. Encontrará más información en Doñana Reservas , Doñana Nature y Doñana Birds .

Está al reverso del mundo más próximo a Sevilla capital y por eso no demasiados se han aventurado por estas veredas salvajes. Munigua fue una ciudad romana dedicada a la extracción de minerales situada a tan solo ocho kilómetros de Villanueva del Río y Minas . Los terremotos la amordazaron en el siglo III d.C. y el declive culminó finalmente en su abandono. Desde entonces, descansan en un letargo agreste su santuario y la muralla, los restos de la necrópolis y de las casas, las termas, el foro, todo. El enclave arqueológico, al inicio de la Sierra Norte, se ubica en una zona muy adecuada para realizar rutas en bicicleta y practicar ejercicios como el senderismo, trekking y hiking.

El costumbrista Manuel Barrón la pintó y hoy su obra pende de un clavo en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Paco de Lucía le dedicó una rondeña en el álbum «Almoraima» y cientos de curiosos se helaron en sus aguas, saltaron de una de sus rocas o descansaron en la humedad de su cascada. La Cueva del Gato, en la Sierra de Grazalema, cumple a la perfección el tópico del encanto: recogida, con carácter sorpresivo, personal, diminuta, acuosa . Dos hoteles en las proximidades llevan su nombre, y una venta, justo donde el río Guadiaro se detiene a mirarse a sí mismo. Perteneciente a Málaga, Benaoján, Montejaque, Ronda y Grazalema son algunos de los pueblos de la zona donde acudir a prolongar nuestra estancia.