Diez lugares que visitar en Sevilla fuera de la capital

¿Un río? El Guadalquivir , el único de toda España con un tráfico fluvial significativo. En sus lindes, desde que nace en Cazorla, en la provincia de Jaén, hasta que muere en Sanlúcar de Barrameda, ya en Cádiz, va dejando un sinfín de miradores espontáneos que merecen una mención. Uno de ellos está en Lora del Río , tan verde por estas fechas. Las tierras sembradas se extienden a su alrededor, el cauce serpentea y deja su huella en las huertas. ¿Un humedal? El de la Cañada de los Pájaros , río abajo, ya en La Puebla. Este terreno recuperado es una parada esencial para el avistamiento y el estudio de aves como el flamenco, las cercetas, patos y garzas.

¿Un parque natural? , nos preguntamos. Y por la singularidad que supone disponer de numerosos molinos, algunos de ellos abandonados, muy próximos a dos grandes núcleos urbanos, Alcalá de Guadaíra y Sevilla capital, sugerimos Oromana . El restaurante del hotel del mismo nombre puede ser una opción para el almuerzo o la cena, aunque son muchos, en bicicleta o a pie, los que optan por los merenderos. ¿Y una venta para comer? Por sus carnes, de larga maduración, la del Carrito , una de las mejores alternativas para descubrir lo que las sierras andaluzas nos ofrecen.

Seguimos, mapa arriba, mapa abajo, aglutinando localizaciones que merecen nuestra atención. Preguntando y, acto seguido, argumentando el valor de estas paradas a través de las cuales adentrarnos en el corazón de diferentes municipios. ¿Un castillo? El de las Aguzaderas, en El Coronil , porque a pesar de ser una extraordinaria construcción del siglo XVI, levantada para la defensa de un manantial, es una gran desconocida. Se encuentra en buen estado de conservación y está declarado Bien de Interés Cultural. ¿Y un alcázar? El del Rey Don Pedro, en Carmona . La vista hacia la campiña sevillana, lo que genera un enorme contraste con el anterior, que no está elevado, se pierde desde este parador.

Puestos a mirar, y bien podría ser este uno de los miradores más populares de la provincia, nos cuestionamos por uno ubicado en la Sierra Norte. Un mirador desde el que la maleza, las copas de los árboles, la montaña y el confín sean, a simple vista, el mismo elemento. ¿Cuál? Pues el mirador de Cerro Negrillo , desde el que lo salvaje se imanta. El entorno, próximo a Constantina, es especialmente bello a la caída del sol. ¿Y un pueblo? San Nicolás del Puerto . Su playa fluvial, su curiso entramado, las cascadas del Huéznar y la ermita de San Diego hacen que sea uno de los destinos preferidos de propios y extraños en esta zona de la provincia, la de la Sierra Norte, tan diferente a las de secano que se extienden por otras regiones cercanas.

Terminamos esta breve ruta con dos preguntas. ¿Una iglesia? No resulta sencillo entre tantas opciones, pero sin lugar a dudas la de San Carlos El Real, en Osuna , no deja indiferente. Este antiguo templo jesuita cuenta con una colección de pinturas del siglo XVIII de enorme valor. Representan, en uno de los laterales, el martirio de San Laureano, San Nicolás de Ban, la Virgen de Guadalupe, San Joaquín y Santa Ana, San Juan Bautista y la Magdalena y la Revelación a San Ignacio en Pamplona. ¿Y una campana? Pues alguna de las que se eleva en las despañadas de la iglesia de Santiago el Mayor, en Utrera . Los campaneros de esta localidad son herederos y continuadores de una manera única de hacer sonar los bronces. Se suben a ellas, sin apenas protección, y de juegan la vida con un espectáculo en el que muchos, por desgracia, la perdieron. Con el tañido utrerano se clausura este recorrido por diez localizaciones señaladas de la provincia sevillana.