Ocho lugares desconocidos de Andalucía que deberías visitar en 2024

Sin embargo, también hay una Andalucía un poco más escondida, repleta de patrimonio histórico y natural no tan conocida y que vienen a enriquecer las rutas turísticas de los amantes de los viajes.

Se trata de lugares menos populares y concurridos en cada provincia pero de maravillosas cualidades que no dejan indiferente a quien las conoce y que puede anotar en la lista para visitar a lo largo de este año.

Esta localidad almeriense forma parte de la Asociación de 'Los pueblos más bonitos de España'. Es una población pequeña – apenas 500 habitantes- y de casas blancas con calles jalonadas de flores.

En su visita hay que recalar en la iglesia parroquial del siglo XVIII y el coto minero. Los yacimientos de hierro comenzaron a explotarse a finales del siglo XIX y se construyó un ferrocarril hasta la bahía de Agua Amarga.

Después de años de explotación apareció carbonato pobre en hierro, que requería ser calcinado para que pudiese adquirir lo que demandaba la industria siderúrgica. De esta forma, en 1900 se construyeron ocho hornos de calcinación de mineral.

Estos pueden contemplarse, se adaptaron como punto turístico y retrotraen al visitante a una importante etapa de la historia industrial de la zona.

Además, el pueblo, de la comarca de Los Filabres- Tabernas, cuenta con gastronomía propia y degustar su plato más tradicional debe incluirse en la hoja de ruta: gurullos de conejo.

Medina Sidonia es una de las localidades de la provincia de Cádiz con mayor riqueza histórica. Ubicada en el centro fue punto de encuentro de diversas civilizaciones: fenicia, romana y musulmana aunque su máximo esplendor lo alcanzó cuando se convirtió en sede del Ducado de Medina Sidonia.

Enclavada en la ruta de los conocidos como pueblos blancos, conserva lugares de interés de antaño, como los arcos de la Pastora, Belén y Puerta del Sol; las cloacas romanas o el puente, que datan del siglo I. Son famosos los restos del castillo árabe de Torrestrella, de los siglos XIII y XIV; el monasterio de San José del Cuervo; el convento de las Descalzas, del siglo XVII; y la ermita visigótica de los Santos Mártires, del siglo VII.

Uno de los máximos ejemplos del gótico tardío gaditano es la iglesia de Santa María de la Coronada, de los siglos XV y XVI.

En cuanto a la gastronomía, el guiso de berza, el de tagarnina o el de alcauciles son algunas de sus especialidades más reconocidas.

La localidad cordobesa de Montoro conserva restos de vida humana desde el Paleolítico y ha ido sumando patrimonio de todas las civilizaciones posteriores. Por este motivo, se afirma que el municipio posee un mestizaje cultural con un marcado legado artístico y cultural en monumentos, museos y lugares de interés.

Muchos de ellos tienen el denominador común de una tonalidad roja debido a la piedra molinaza en la mayoría de los edificios y casas señoriales algo que contrasta con el colorido de su decoración en ornamentos, azulejos, zócalos y dinteles sobre los que predomina el color blanco, producto del encalado.

La desigualdad del terreno ha provocado que las casas se encuentren suspendidas sobre las rocas situadas en la ribera, así como calles quebradas, angostas y pendientes, que salvan los desniveles con los típicos poyatos.

El pueblo tiene varios itinerarios diseñados: sefardí, mudéjar, cristiano, del río, de murallas y torreones y otro completo.

Sorprende en el casco histórico la casa de las Conchas, decorada con más de 45 millones de piezas venidas de toda la geografía española e insertadas durante más de medio siglo por el vecino Francisco del Río Cuenca.

La pureza de las aguas del municipio granadino de Alfacar hicieron de este lugar uno de los preferidos para el recreo de los monarcas ziríes. Más concretamente, según cuenta la historia, se retiraban a la zona para pasar la Pascua de los 'Alaceres', la vendimia otoñal y sus 'azahazcas'.

Esta agua de sus manantiales ha sido crucial para la elaboración de sus panes, que goza de Indicación Geográfica Protegida, junto a la leña de los bosques de Alfaguara y la cocción en hornos morunos, con tomillo y romero que aportaban aroma, y los antiguos molinos harineros.

La larga tradición panadera de Alfacar se ha reconocido y hace del pan un producto único, local y tradicional cuya receta se ha transmitido entre generaciones de panaderos que han dado a conocer este producto dentro y fuera de la provincia.

Además, de este atractivo gastronómico, Alfacar es uno de los puntos de acceso al Parque Natural de la Sierra de Huétor, rodeado de pinos y encinas. Los monumentos de la época árabe y cristiana (Fuente grande, manantiales, Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, Alcázar de Somera, Baños Árabes,…) están muy bien conservados.

El nombre al río le viene por sus aguas rojas, con alto contenido en metales pesados (cobre, cadmio, manganeso etc.) y con escasez de oxígeno.

Nace en la Sierra de Padre Caro y próximo a su nacimiento se sitúa el mayor yacimiento minero a cielo abierto de Europa (Corta Atalaya), que viene siendo explotado desde época romana. Esta puede visitarse, durante más de dos horas, y descubrir la importancia de esta actividad milenaria de la zona.

El pueblo es diferente, en un entorno distinto, con una cuenca minera que ha dejado un paisaje impresionante. Es epicentro de la comarca minera y concentra en su término los principales y más importantes yacimientos de oro, cobre y plata del conjunto de la Faja Pirítica. Pozo Alfredo, Corta Atalaya o Cerro Colorado recuerdan la dependencia histórica de sus habitantes con la mina desde los primeros albores de la humanidad.

El visitante podrá encontrar numerosos edificios con un interesante valor histórico (mina Peña de Hierro, Cerro Colorado) y otros lugares inverosímiles en un entorno mayoritariamente minero (necrópolis romana, club inglés de Bella Vista, Ermita de Santa Bárbara,…)

La localidad jienense de Iznatoraf guarda importantes reminiscencias musulmanas. Contaba con una medina bien adaptada a las características topográficas del terreno y amurallada. Sin embargo, Fernando III, no encontró resistencia para conquistarla en 1229; la repobló, respetó la arquitectura civil y emprendió la mejora de las estructuras defensivas.

Hay restos de la primitiva Puerta de Armas, de interés para conocer la edilicia musulmana, o la Puerta de la Virgen del Postigo, compuesta por arco de medio punto con vigas de madera y dobles arcos de ladrillo en su interior.

Desde finales del XVI, la comunicación con el centro se realizaba a través de la renacentista Puerta del Arrabal, levantada en línea con la muralla, con arco de medio punto de cantería sobre impostas en su vertiente exterior, sillería irregular en la parte superior, el escudo sobre cartela del obispo Sarmiento de Mendoza. La bóveda de medio cañón con hornacina acoge un relieve de la Virgen enmarcado por pequeñas pilastras y cornisa.

El centro histórico de Iznatoraf fue declarado Bien de Interés Cultural en 1982 y la muralla urbana, en 1985.

La provincia de Málaga cuenta con un importante patrimonio natural entre los que se encuentra el conocido como el Bosque de Cobre. Dada su belleza y tranquilidad puede ser visitado en cualquier época del año aunque tiene un paisaje singular en otoño. Sus sendas te invitan a la calma lejos del estrés de las grandes ciudades.

Se encuentra en el Valle del Genal, una de las tres grandes zonas geográficas (junto a la meseta y el Valle del Guadiaro) que forman la unidad paisajística de la Serranía de Ronda, que tiene un marcado carácter montañoso.

El Bosque de Cobre toma su denominación del paisaje que la naturaleza regala anualmente con la caída de las hojas de los castaños y que cubre los montes de marrones, amarillos, naranjas y ocres. La gran cantidad de castañares dan vida a esta zona.

Existe un amplio abanico de rutas de senderismo, todas homologadas que se pueden hacer en la zona. También, los pueblos del Valle del Genal se encuentran unidos por una red de pequeños recorridos, que oscilan entre los 3,5 y los 15 kilómetro y donde el visitante puede unir naturaleza con patrimonio histórico (Pujerra, Igualeja, Parauta, Faraján o Alpandeire – lugar muy conocido porque en él nació el beato Fray Leopoldo).

Un paraje ubicado en las primeras estribaciones de Sierra Morena, allí se encuentran los Lagos del Serrano, cuyas arterias principales son la Rivera de Cala y el embalse con su mismo nombre. Pertenece al pueblo de Guillena pero se ubica a unos tres kilómetros de El Ronquillo.

Cualquiera de la zona de Los lagos es ideal para practicar senderismo y actividades acuáticas. Los amantes de la pesca encuentran un lugar preferente en este espacio (con especies como el barbo o la carpa) así como los apasionados de la bicicleta de montaña. Se puede contemplar la vegetación característica de los márgenes de los arroyos, como juncos, adelfas, zarzales y chopos, así como verdes prados de flores silvestres.

De la fauna salvaje destacan animales de dehesa, como conejos, liebres, perdices, zorzales, palomas torcaces, tórtolas, águilas culebreras, ciervos, jabalíes y zorros.

A la parte natural hay que sumar antiguas estaciones de ferrocarril y vías de tren, cortijos, aldeas o el Palacio de Parladé, construcción que data del siglo XIX pero inspirada en un castillo medieval.