Siete palacios convertidos en hoteles para dormir como un auténtico rey

Hotel Palacio Carvajal Girón (Plasencia, Cáceres)

En el casco antiguo de Plasencia, en el corazón del antiguo barrio judío y muy próximo a la catedral, está el Hotel Palacio Carvajal Girón , un antiguo palacio renacentista de finales del siglo XVI relacionado con los Carvajal, una de las casas nobiliarias más destacadas de la ciudad en cuya imponente fachada se puede ver su escudo.

El edificio fue restaurado en 2012 y declarado Bien de Interés Cultural . Este alojamiento dispone de 28 habitaciones distribuidas en tres categorías (estándar, gran clase y junior suite) –todas ellas con amplios baños con bañeras y duchas efecto lluvia–, un restaurante que sirve los mejores productos de esta tierra, una pequeña piscina exterior, salas de reuniones y un gastrobar situado en un atrio cubierto. En este compeljo destacan, también, la balaustrada con azulejos originales talaveranos y, en lo alto del palacio, la terraza con vistas a la catedral.

Çırağan Palace Kempinski, Estambul (Turquía)

Este palacio imperial otomano del siglo XIX, situado a orillas del Bósforo entre los barrios de Besiktaş y Ortaköy, fue residencia de sultanes en los siglos XVII y XVIII. Además, en 1909 fue usado como sede para una importante reunión del Parlamento. Tras una completa renovación, Çırağan Palace Kempinski abrió sus puertas en 1991 como un hotel de referencia en la ciudad de Estambul en lo que a turismo de lujo respecta. Dispone de un total de 310 habitaciones y suites de diferentes categorías y precios, entre las que destaca la Pasha & Presidential Suite que, ubicada en la última planta del edificio, ofrece unas espectaculares vistas.

Las instalaciones del hotel incluyen, también, un spa con un auténtico baño turco que conserva piezas originales del palacio del siglo XVII y una piscina infinita climatizada al aire libre, en la que da la sensación de estar flotando en el Bósforo, y cuatro restaurantes que ofrecen infinitas opciones gastronómicas y en los que poder probar las delicias culinarias de este destino. El Çırağan Palace Kempinski el único hotel de Estambul accesible en automóvil, yate y helicóptero.

Palacio Príncipe Real, Lisboa (Portugal)

Construido en 1877, este palacio, situado en la Rua de São Marçal 77, perteneció, durante un tiempo, a la familia Teixeira da Mota y en su interior se celebraban las fiestas más ilustres y memorables de la ciudad, eventos que todavía hoy son recordados por los habitantes de Lisboa.

En 2014, Miles y Gail Curley se hicieron con este complejo para convertirlo en un hotel de lujo en el que se ha conservado la historia, arquitectura y magia del edificio original. El alojamiento cuenta con 28 habitaciones y suites , organizadas por diferentes colecciones y temáticas, y un hermoso jardín de 1.400 metros cuadrados que ofrece una piscina infinita de estilo asiático que se calienta a través de un sistema de paneles solares ocultos. Su decoración combina a la perfección muebles de diseño actual y toques de color, con piezas y espacios restaurados.

Adare Manor, Irlanda

En el pueblo de Adare, Irlanda, a orillas del río Maigue, está este encantador alojamiento. El palacio original, diseñado al estilo neogótico, fue construido en la primera mitad del siglo XVIII por el segundo Conde de Dunraven, Henry Windham . La sección más impactante de este edificio es su galería, inspirada en la sala de los espejos del palacio de Versalles. La propiedad permaneció en la familia por más de 100 años y a partir de la década de 1980 se convirtió en un lujoso hotel en el que se alojaban, sobre todo, celebrities.

En 2014, fue adquirido por el magnate local J.P. McManus, quien lo restauró y convirtió en uno de los mejores hoteles de lujo de Europa. Dispone de 104 habitaciones , un exclusivo campo de golf diseñado por Tom Fazio , un salón de eventos con capacidad para 350 personas, un cine privado con 28 butacas y una zona de spa con piscina climatizada. En su zona gastronómica destaca The Oak Room , un restaurante con estrella Michelin en el que se sirven menús de temporada con los mejores ingredientes artesanales de Irlanda regados con una exquisita colección de vinos.

Rambagh Palace, Jaipur (India)

Construido en 1835, este palacio situado en la ciudad de Jaipur, cerca del Hawa Mahal, ha acogido a diferentes familias reales a lo largo de su historia y, más recientemente, fue la residencia del maharajá Sawai Man Singh II .

Ahora Rambagh Palace es un hotel que ofrece 78 habitaciones y suites de gran lujo restauradas. En su interior se conserva su esplendor de tiempos pasados con celosías de mármol tallado a mano, balaustradas de piedra arenisca, cúpulas y cuidados y bellos jardines. Cuenta con varios restaurantes de alta cocina, un relajante Spa en el que probar terapias indias y otros tratamientos y piscinas interiores y exteriores.

La Mamounia, Marrakech

Este hotel, antiguo palacio de la corona marroquí que incluye el impresionante jardín de Mohammed ben Abdallah –sultán de Marruecos a finales del siglo XVIII–, es uno de los imprescindibles de Marrakech. Situado en el corazón de la ciudad, el complejo de lujo, que derrocha opulencia, dispone de 135 habitaciones y 71 suites donde se puede apreciar en todo su esplendor la artesanía marroquí junto a una esmerada decoración contemporánea, fruto de la renovación a la que se ha sometido recientemente y que ha corrido a cargo del diseñador Patrick Jouin y el arquitecto Sanjit Manku . Aquellos que quieran vivir una experiencia aún más singular puede optar los uno de sus tres riads, alojamientos que pueden acoger hasta seis personas y que incluyen piscina climatizada y terraza privada. El complejo dispone de Spa, un santuario dedicado a la belleza y el bienestar que abarca 2.500 metros cuadrados, cuatro restaurantes, en los que saborear lo mejor del país, así como otras creaciones asiáticas y mediterráneas, cuatro bares en los que dejarse deleitar con un cóctel, el mejor champán o zumos vitaminados y dos salones de té.

Palazzo Cardinal Cesi, Roma

Este palacio fue construido en 1400 y comprado, posteriormente, por el cardenal Pierdonato Cesi , quien lo rehabilitó para convertirlo en un museo de antigüedades y arte y una biblioteca. Hoy día, gracias a la reestructuración realizada por la Asociación Internacional Amici di San Pietro acoge un alojamiento con 29 habitaciones que desprenden un ambiente relajante y agradable. Todas ellas están amuebladas con elegantes muebles de madera de cerezo, suelos de baldosas y tejidos rojos y dorados. Incluye, también, tres salas de reuniones y es un lugar perfecto para celebrar bodas que ofrece un comedor con un techo decorado con frescos y un bonito claustro. Situado a unos metros de la plaza de San Pedro, en la gran Via della Conciliazione, es la base perfecta para conocer el corazón histórico de Roma.