Tres días en un camping de lujo de la Costa Dorada

Sin embargo, e l concepto de acampada ha evolucionado a gran velocidad. Cuando se tiene la oportunidad de conocer más de cerca, en primera persona, un enclave como Playa Montroig Camping Resort, las ideas preconcebidas sobre este tipo de alojamientos desaparecen por arte de magia. Ubicado en plena Costa Dorada , se trata de un lugar con medio siglo de historia que ha logrado aunar relax y diversión a partes iguales en un entorno idílico.

Para llegar a Playa Montroig Camping hay que tomar la A-2 o la A-3 y desviarse por la AP-7 hasta llegar a la salida del L’Hospitalet y Morá. En la N-340, una vez se toma la dirección Miami Platja, el acceso al resort aparecerá enseguida. Tras un sencillo «check-in», el ambiente internacional del lugar queda patente desde el primer momento en las instrucciones sobre el uso de las instalaciones en español, alemán, inglés, francés y holandés. Giosué, del departamento de reservas nos lo confirma, enumerando las nacionalidades que más abundan en el lugar mientras nos acompaña al que será nuestro hogar durante el fin de semana.

Da un poco de rabia comprobar que un bungalow de un camping tiene una cocina mejor equipada y un baño más amplio que tu apartamento de alquiler en el centro de Madrid, y eso que el área Royal Palm Villas no es la que cuenta con las casas más lujosas, pero sí son las más nuevas, puesto que estos 16 bungalows con capacidad para 6 personas tienen solo un año. De paso, tuvimos la oportunidad de ver el Eurocenter , donde es posible ver películas en versión original o echar un billar o un futbolín . Es el lugar favorito de los adolescentes que acuden al camping con sus familias, ya que está lleno de sofás donde quedar para pasar la tarde.

Uno de los aspectos que más llama la atención del entorno es la cantidad de vegetación que existe. Además de la cuidada pradera que sirve de suelo para las caravanas y tiendas, hay pinos, olivos, moreras, algarrobos y unas magníficas palmeras con un precio que no está al alcance de cualquiera: 10.000 euros unidad. Roser, una mujer de Badalona, confiesa que «la vegetación del camping es una de las cosas que más me gustan», mientras que su marido coloca las bicis en el coche para irse a pedalear a Cambrils. «Llevamos viniendo aquí cuatro años y siempre ponemos la caravana durante los tres meses de pre-temporada, aunque solo venimos los fines de semana», continua Roser.

Llega la hora de cenar . El supermercado , de grandes dimensiones, tiene carne y pescado fresco cuando llega la temporada alta, pero no hay que deja pasar la oportunidad de probar los suculentos platos del Espai Grill o La Terrassa. Aunque el Espai Grill no abre hasta finales de mayo, tal y como nos revela Alejandro Giménez, hijo del actual dueño, lo cierto es que los platos de La Terrasa resultan deliciosos, y más si se riegan con un vino del Priorat. El edificio del Espai es el responsable de que se alarguen las noches en el resort debido al . Sin embargo, nos tuvimos que conformar con la familiaridad del PaiPai, un pub ‘light’ donde los niños bailan el ‘Gangnam Style’ con el equipo de animación mientras que los mayores disfrutan de unos cócteles.

La mañana empieza con unas piezas de bollería recién hechas compradas en la croissanteria que hay al lado del supermercado, donde aprovecharemos para comprar productos que nos permitan completar un energético desayuno. Para disfrutar de la buena temperatura de la mañana, decidimos sacar la mesa de salón al porche. No hay nada como disfrutar de la comida más importante del día al aire libre. Nuestro vecino Marcel es de Holanda y es la primera vez que viene a este resort: «El entorno es bonito y todo está muy limpio», nos cuenta cuando le preguntamos qué es lo que más le gusta. «Creo que en temporada alta la piscina se quedará pequeña», continúa.

Uno de los atractivos de este lugar es la cantidad de actividades deportivas con las que desconectar de la rutina estresante de la ciudad y, de paso, cuidarse un poco. Las instalaciones tienen pistas para todo: fútbol, tenis, pádel … Además de zonas para practicar la petanca y el minigolf . También hay un gimnasio con máquinas de cardio y musculación con las que ponerse en forma. No obstante, para los que prefieran las emociones, indicar que el Port Aventura, uno de los mejores parques de atracciones de España, está solo a solo 20 kilómetros . Precisamente, esta fue nuestra opción.

Para reponer fuerzas después de las montañas rusas, nada mejor que un baño en el mar. El kilómetro de frente marítimo del resort lo pone fácil, pero la playa estaba desangelada porque el tiempo aún no acompañaba. Xavier Palau, director del camping, afirma que están esperando «a que nos traigan arena esta semana para darle un aspecto óptimo a la playa». De nuevo, llegamos algo pronto, si bien es fácil imaginarse la estampa veraniega con el embarcadero, las redes para practicar voley o el chiringuito Tropical Ice & Juice Bar. Aunque no hacía calor, una familia de franceses con dos niños estaban jugando a las palas en bañador. «Nos los pasamos genial aquí. Solo hace falta ver a los niños, ¡están como locos!», dice Adrianne. El broche de oro de la noche lo vuelve a poner una estupenda cena en La Terrassa.

Tras el desayuno en el porche, nada mejor que mover el esqueleto con una clase de zumba en La Plaza . Christian prepara la coreografía mientras la explanada frente al escenario se llena de aficionados a esta clase a tope de vitalidad. También el Hobby Center se va llenado. Se trata de un espacio donde Lidia organiza talleres de manualidades para grandes y pequeños . Hoy tocan pulseras y pendientes, pero a lo largo de la semana, los visitantes del camping aprenderán a hacer abanicos, llaveros, portalápices, marcos para fotos, máscaras o atrapasueños.

Después, toca un chapuzón en la piscina . No importa que todavía haga un poco de frío ya que el agua está a 26 grados. Una de las mejoras más interesantes que se han hecho recientemente es la ampliación de la zona de la piscina y la construcción de seis toboganes , donde los niños se lo pasan estupendamente. Njoo, un holándes que ha venido a este lugar con su mujer, está con sus dos niños pequeños en la piscina infantil. Admite que es su primera vez, pero que seguro que repetirán porque «nos gusta mucho el paisaje y que esté tan cerca del mar». Ha terminado el fin de semana y hemos comprobado que un camping como Playa Montroig no tiene nada que enviar a un hotel tradicional, siendo uno de los referentes estrella de la Costa Dorada.