Segunda batalla de órganos

El programa lo integran obras de Johann Sebastian Bach y Haendel y se cierra la batalla a cuatro órganos improvisada sobre el «Regina Coeli, Laetare Aleluya», en el que los cuatro organistas medirán su técnica, talento y sensibilidad artística.

Como ya ocurrió en la primera gatalla de órganos, celebrada el pasado 3 de mayo, se utilizarán siete de los diez órganos de que dispone la Catedral, el del Emperador, Echevarría, Berdalonga, el Sagrario, y los tres realejos. El concierto será a las 20.00 horas, y hay prevista una próxima batalla el 31 de mayo. Este concierto forma parte del programa musical organizado durante 2014, que bajo la denominación Música del Centenario ha organizado un Simposio de Musicología, diferentes recitales, o la interpretación de los Réquiem de Cristobal de Morales, dirigido por Michael Noone el pasado 7 de abril; el de Verdi, dirigido por Ricardo Muti; y el de Mozart, que se celebrará el próximo 20 de septiembre bajo la batuta de Ivor Bolton.

Las batallas evocan, por un lado, las obras musicales que se componían en Italia, Francia y Europa desde el siglo XVII y, por otro, el registro de trompeta de batalla de los órganos de la Catedral. Para la celebración de tres batallas de órganos ha sido necesario proceder a la rehabilitación de siete órganos de la Catedral, cuatro portátiles diseñados para la procesión del Corpus Christi y tres mayores, todos ellos construidos entre los siglos XVI y XVIII.

De los tres mayores, el órgano del Emperador fue construido inicialmente por Hernando de Córdoba, terminado por el toledano Juan Gaytán en 1549 y reconstruido por Josef Berdalonga en 1798, que añadió la trompetería y los tubos graves del pedal.

A su vez, el órgano de Berdalonga (1798) fue construido por este reconocido organero de Brihuega y es el mayor de España (tiene 113 tiradores de 56 registros partidos), en tanto el órgano de Echevarría (1755) fue construido por Pedro Manuel Liborna Echevarría y el órgano del Sagrario (1798) también es de Berdalonga. Los tres órganos realejos fueron construidos entre 1713 y 1721 por José Martínez Colmenera, toledano que fue afinador y maestre de la Catedral.