«Football Manager 2015»: fútbol total

El partido empieza y el equipo soporta el embate del Real Madrid y las carreras de James y Ronaldo jugando al fuera de juego. En un córner afortunado, un cabezazo adelanta al equipo valenciano en el marcador. El entrenador grita desde la banda y pide calma y tensión defensiva. Aún queda mucho partido por delante.

Así es « Football Manager 2015 », la nueva entrega de una saga que ha llevado a Sports Interactive a la simulación pura y sesuda de ese gran teatro y juego que es el fútbol. Esta entrega ofrece varias novedades que facilitan el control del equipo y que incrementan aún más la profundidad de la simulación. El gran logro del título, es resultar extraordinariamente entretenido y adictivo a pesar de la complejidad que esconde.

En un primer momento, y sobre todo si no se ha jugado a las versiones anteriores, el juego puede resultar abrumador. El motivo es que la gran cantidad de opciones, menús desplegables y ventanas que tenemos a nuestro alcance. Todas ellas nos permitirán convertirnos en entrenador de un equipo de fútbol profesional y hacer cosas tan variadas como fichar jugadores, renovar contratos, ojear nuevos talentos, organizar los entrenamientos, ofrecer ruedas de prensa, diseñar nuevas tácticas, cambiar las alineaciones o asignar los dorsales de los jugadores.

Y, como hemos dicho, el logro de este planteamiento es conseguir resultar intuitivo, a pesar de todo. Si el jugador es paciente, después de muchas horas de lectura y pruebas de ensayo y error, irá aprendiendo y disfrutando cada vez más de la experiencia de dirigir un equipo de fútbol.

Respecto a las sagas anteriores, «Football Manager 2015» ha mejorado su motor para los partidos y ha conseguido que sean más fluidos y creíbles, aunque naturalmente el resultado está lejos de ser perfecto. A veces, nos podremos desesperar cuando los jugadores pierdan el balón de forma estúpida, o no parezcan reaccionar ante las acciones del contrario, pero a cambio, resultará emocionante sentir la fluidez de nuestras jugadas o presenciar un contraataque finalizado en un gol.

Además, Sports Interactive ha apostado en esta entrega por facilitar el manejo del simulador y mejorar la estética y la eficacia de los menús. Es de agradecer especialmente la aparición de un icono, que consiste básicamente en una estrella rodeada por un círculo, que sirve para expresar el grado de eficacia de un jugador en una posición concreta. Esto, junto a los indicadores de moral y de forma física, junto a notas que nos informarán si el jugador está siendo seguido por otro club o si ha reaccionado bien ante la mejorar de un contrato, por ejemplo, le permitirán a alguien no muy entendido en fútbol disfrutar de todas las opciones que el juego ofrece.

Junto a este lavado de cara, la última versión del simulador le permitirá al jugador gritarle instrucciones al equipo desde la banda. Esto se añade al menú de opciones de instrucciones tácticas, todas ellas perfectamente explicadas, que permitirán reaccionar al enemigo o incluso anteponerse a él. Además, en esta ocasión, hay más opciones de fichaje que incrementan la profundidad de las negociaciones y existe un leve toque de rol que nos permitirá asignarle puntuación a las características de nuestro entrenador en función de su experiencia: podremos optar por un perfil táctico fuerte o por uno más centrado en la preparación psicológica de los jugadores, por ejemplo.

Entre los aspectos negativos se podría resaltar la sobriedad del juego en cuanto a la calidad gráfica y de sonido, pero tratándose de un simulador esto no resulta muy importante. Sí se echa en falta la presencia de un tutorial, o una forma más amable de introducir al jugador que no conoce las versiones anteriores. Una vez dentro del juego, también se podría pedir que el avance de la línea temporal fuera más rápido y ágil, y nos permitiera saltar los días sin solución de continuidad. Pero se entiende que el motor que mueve un universo del fútbol en miniatura, con todos los fichajes, partidos y declaraciones de otros entrenadores, requiera tiempo para mover toda esa maquinaria.

Y, así con todo, aquel jugador que haya superado el período de aprendizaje, entrará en una experiencia que le hace partícipe de un mundo vivo en el que los equipos tienen buenas y malas rachas, en el que los periodistas le buscan las cosquillas o en el que los jugadores se ponen impertinentes cuando no tienen minutos. Bienvenidos al mundo del fútbol.