Slack no pide permiso a los usuarios para entrenar su IA con sus mensajes privados

Como explica la plataforma, estos datos incluyen sus archivos y mensajes privados, además de los que extraigan de las propias conversaciones de los canales de las empresas. Aunque esta información se incluya en la política de privacidad, el problema es que Slack no pide permiso al usuario para poder realizar dicha actividad, sino que lo hace por defecto. Para las empresas es un problema grave, ya que lo normal es que busquen tener privacidad en sus comunicaciones internas entre trabajadores, clientes o proveedores.

El directivo de la empresa DuckBill Group, Corey Quinn, ha mostrado su preocupación por este tema en su perfil de la red social X. La parte que ha compartido Quinn hace referencia a la explicación de Slack de cómo el usuario debe actuar si desea no participar en el entrenamiento de la IA de la empresa. «Perdona, Slack, ¿qué estás haciendo con los mensajes directos de los usuarios, los documentos y demás?», ha señalado el empresario en la 'app'.

Slack informa de que si el internauta que quiera evitar que sus datos sean empleados para la capacitación de la IA no puede hacerlo de forma independiente, sino que debe realizar el proceso a través de la empresa en la que trabaje: «Si desea excluir sus datos de cliente de los modelos globales de Slack, puede optar por no participar. Para optar por no participar, haga que su organización, los propietarios del espacio de trabajo o el propietario principal se comuniquen con nuestro equipo de Experiencia del cliente en feedback@slack.com con la URL de su espacio de trabajo/organización y la línea de asunto 'Solicitud de exclusión del modelo global de Slack'. Procesaremos su solicitud y responderemos una vez que se haya completado la exclusión voluntaria».

Slack, a modo de aclaración, ha confirmado sus políticas de privacidad. La empresa ha señalado que en el caso de los modelos generativos, la experiencia que ofrecen se recoge en Slack AI, una función adicional y de pago que está impulsada por la propia infraestructura de la compañía, lo que significa que «tus datos permanecen bajo tu control y exclusivamente para el uso de tu organización».

Aun así, estas declaraciones no calman a los usuarios, ya que no se comprende que accedan a conversaciones privadas para «las recomendaciones de canales, de emoji o los resultados de búsqueda». Slack asegura que son datos anónimos y los clientes pueden pedir la exclusión. Sin embargo, el temor por que los datos de la compañía acaben a la vista de terceros sigue ahí.