Estalla la burbuja del metaverso: nada ha cambiado dos años después de las promesas de Zuckerberg

Su plan era desarrollar este nuevo mundo en el que cada uno podría replicar la realidad en entornos digitales a través de la realidad virtual (VR). Quedar con amigos, acudir a una reunión de empresa, ir a un concierto o visitar la Acrópolis de Atenas durante su apogeo… Todo lo que usted quisiera sin salir de la habitación. Sin embargo, a un par de meses de cumplirse los dos años del anuncio de este ambicioso plan, y tras invertir más de 36.000 millones de dólares, parece que todo lo prometido se ha desvanecido.

Ya nadie habla del metaverso, y en la actualidad, el cierre de departamentos, los miles de despidos y las pérdidas en bolsa apuntan a una caída sin fondo. Gigantes tecnológicos como Microsoft, Google o Amazon, que también querían su trozo del pastel y que invirtieron en su momento en esta tecnología, ahora miran hacia otro lado y se centran en la inteligencia artificial (IA).

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Fue el mismo Zuckerberg quien se encargó de lapidar las expectativas que tenían los inversionistas y el público, mostrando adelantos pobres de la experiencia de la VR. Por ejemplo, su plataforma de metaverso, 'Horizon Worlds', recibió un aluvión de críticas por la baja calidad de sus gráficos pero, sobre todo, por el poco atractivo que tenía para los usuarios 'vivir' dentro de la pantalla.

Incluso sus gafas de realidad virtual —las Meta Quest, que en septiembre estrenan su tercera versión— no han conseguido llamar la atención de las masas como sí lo han logrado las Vision Pro de Apple. El año pasado, 'The Wall Street Journal' indicó que, seis meses después de su compra, más de la mitad de los cascos de Meta ya no se usaban.

Como consecuencia, la compañía ha registrado en el primer trimestre de este año 4.000 millones de dólares en pérdidas, que se suman a los 13.000 millones que ya arrastraba Meta en 2022. Sin embargo, esto no preocupa al vicepresidente del metaverso de Meta, Vishal Shah, quien afirma que «el bombo publicitario del metaverso ha muerto» y además se alegra de ello.

El punto está en que para Shah lo que se ha desplomado no es el producto, sino la publicidad. «Yo me siento igual de contento tanto si se produce un aumento como una bajada con respecto al año pasado. Por supuesto que ha sido duro para nosotros, pero ahora podemos ponernos manos a la obra para construir algo tan difícil», afirmó hace unas semanas en una conferencia de 'Brainstorm Tech' de la revista 'Fortune'. Zuckerberg, por su parte, también esgrimió que el metaverso se trataba de «un proyecto a largo plazo».

Los mejores expertos nacionales en esta tecnología futurista suscriben las palabras del vicepresidente de Meta: ahora es el mejor momento para ponerse a trabajar. La letra pequeña de esta historia es que el mundo virtual en 2023 se encuentra igual que hace dos años, sobre los cimientos.

«El metaverso ha muerto», comenta con rotundidad Cynthia Gálvez, experta en realidad aumentada, pero le añade un matiz positivo. «Ahora que no hay tanto ruido podremos trabajar, investigar y desarrollar con tranquilidad esta tecnología tan compleja». La experta lleva más de una década estudiando la realidad aumentada (AR), y conoce el ritmo de trabajo pausado que solicita la VR, incompatible con las aspiraciones de los empresarios.

Otros expertos también creen que la desaparición del término metaverso de los titulares es una buena noticia, porque las expectativas habían llegado a tal punto que eran inalcanzables en el corto plazo. «Perder el foco mediático va a ralentizar la implementación de esta tecnología en el día a día, pero a la larga va a sentar mejor, al poder alejar a los desarrolladores de los ritmos de trabajo frenéticos», defiende Pierre Bourdin, profesor de la Universidad Oberta de Cataluña (UOC) y experto en realidad virtual.

Bourdin agrega que el cambio que hizo Zuckerberg de Facebook a Meta estaba impulsado por intereses comerciales y no tanto por motivos de investigación. «Fue una decisión muy prematura y no obedecía tanto a avances tecnológicos, sino a unos imperativos comerciales y a una necesidad de ese momento de realizar una mutación», apunta el profesor, que explica que Facebook buscaba una manera de escapar de los escándalos —como la fuga masiva de datos o la polémica de Cambridge Analytica— que arrastraba la empresa desde hace años.

Edgar Martín-Blas, director ejecutivo de Virtual Voyagers (empresa que colaboró con Meta en el desarrollo de los mundos virtuales), añade que el metaverso se encuentra actualmente en una fase de «depuración». «La burbuja pinchó hace seis meses y ahora estamos en una etapa de limpieza, donde el 70 u 80% del mercado ha desaparecido».

Las ausencias en el sector se deben, en su mayoría, a «ojeadores que han migrado al terrero de las IA», por lo que las 'bajas' más importantes no son de desarrolladores, proyectos o empresas enfocadas en el metaverso. «Solo los interesados y los intermediarios han abandonado el barco, el resto seguimos apostando por esta tecnología», indica el ejecutivo.

No obstante, tanto Meta como Microsoft han movido sus inversiones hacia la nueva apuesta de las tecnológicas, la IA generativa, en la que Zuckerberg ya ha invertido 33.000 millones de dólares y Microsoft, solo en su ChatGPT, 10.000 millones. Las IA ahora están en boca de todos, pero en el sector defienden que se trata de una tecnología complementaria y no un rival para la VR.

Gálvez piensa que el público general «no estaba preparado» para esta tecnología, siendo este uno de los principales errores por los que a día de hoy no está implementada la VR en el uso cotidiano. La empresa de Zuckerberg tampoco había sido capaz de encontrar una razón de peso para que el usuario diera el paso y adquiriera un equipo de VR.

Además, los mundos virtuales no consiguieron funcionar como deberían. «Eran experiencias vacías y muy simples, a un adulto no le interesaba vivir dentro de la pantalla si no había nada que hacer, era perder el tiempo», sentencia Martín-Blas.

Ahora, todas las miradas apuntan a Apple y las Vision Pro, que han conseguido revivir el interés mediático y el clamor popular del metaverso. Aunque desde la manzana no lo llamen así. Tim Cook, director ejecutivo de la compañía, reniega de este apelativo, y prefiere hablar de realidad mixta. «Su idea es mostrar una capa virtual por encima de la realidad. No es el mismo nivel de inmersión, pero para el público general es mucho más llamativo», explica Martín-Blas. Meta no ha perdido el tiempo y ya ha presentado su propio dispositivo de realidad mixta, las Meta Quest 3, con las que quiere competir con el producto de la manzana.

Los expertos pronostican que la entrada de Apple al juego va a provocar que de aquí a tres años veamos un mercado real de realidad virtual. «Estoy seguro de que, en 2026, todos tendremos un casco de VR en casa», expresa el ejecutivo.