«Lo que no pondrías en tu currículum, no lo cuelgues en Facebook»

«Lo que no pondrías en tu currículum, no lo cuelgues en Facebook»

Esta semana se ha conocido una noticia que ha causado un gran revuelo en la Red. La protagonista, una canadiense de 29 años a quien su aseguradora le ha retirado el subsidio por baja laboral tras descubrir unas fotos en su perfil de ... Facebook en las que se muestra una imagen de la joven muy distinta a la que se presupune para una persona que se encuentra sumida en una depresión.

Más allá de estos hechos puntuales, el caso ha servido para que una vez más se ponga sobre la mesa el debate de cómo nuestra presencia en las redes sociales puede jugarnos una mala pasada en diferentes ámbitos de nuestra vida, entre ellos el laboral . Así lo ha subrayado Mar Monsoriu , experta en nuevas tecnologías y autora del primer manual sobre redes sociales, en declaraciones a ABC.es: «Estos casos ponen de manifiesto que la gente aún no es consciente de que lo que cuelga en Facebook o Tuenti no forma parte de su vida privada, no entienden que cualquier persona puede acceder a ese material».

Pero también es importante, a su juicio, que los usuarios de estas plataformas se percaten de la importancia que tiene hoy su reputación online. En este sentido considera que «al igual que en tu vida real no harías determinadas cosas por imagen, tampoco lo tienes que hacer en ningún lugar de internet» y reafirma su postura en un reciente estudio realizado en Reino Unido en el que una aplastante mayoría de los encuestados se mostraba en contra de subir datos a su perfil en Facebook que posteriormente pudieran ser utilizados por los medios en caso de ser objeto de una noticia. La pregunta concreta era ¿usted pondría los mismos datos en su perfil de Facebook si supiera que serían utilizados por los medios en caso de que tuviera un accidente y fuera objeto de una noticia? «Pues no», contesta también Monsoriu.

En el mundo laboral estamos asistiendo a un cambio radical en las pautas que siguen las empresas para contratar a sus empleados. Antes, los responsables de recursos humanos sólo disponían a la hora de fichar a sus trabajadores de la información que el candidato ofrecía en su currículum. Como mucho, había tiempo para hacerle una entrevista y poder ahondar más en su formación y, de paso, acceder a algún dato que pudiera servir de pista para conocer su perfil más personal. Pero, poco más. Ahora, las redes sociales han trastocado este esquema. Como apunta Monsoriu, las empresas ven a estas plataformas como una herramienta única para saber «cómo se comportan sus potenciales empleados con relación a los demás y si van a encajar con el ideario o los objetivos que definen a la organización» .

No es recomendable mostrar la ideología

«Quienes contratan hoy en día han visto que tienen un filón en las redes sociales», asegura la experta en nuevas tecnologías, quien agrega que por esta razón es tan necesario que la gente se conciencie y no use estos espacios como una prolongación de su vida privada. En su opinión, no es acertado que los usuarios se posicionen en temas políticos o muestren abiertamente su ideología, ya que «esto les puede cerrar muchas puertas a la hora de buscar un trabajo». «Yo siempre aconsejo que este tipo de información se debe quedar en la esfera privada de la persona; por ejemplo, alguien que en Facebook se muestra rotundamente contrario a la figura del Papa no puede luego esperar que le contrate un empresario católico y practicante» , destaca.

Y lo mismo ocurre con otros ejemplos más palpables. «Todos sabemos o podemos intuir que las empresas no son partidarias de contratar a gente que tiene problemas con el alcohol o las drogas; pues entonces, no parece muy lógico que en nuestro perfil aparezcamos siempre con una copa en la mano o en aparente estado de embriaguez». Lo que parece claro, como insiste una y otro vez, que se debe actuar con coherencia y sentido común y que «lo que no pondrías en tu currículum, no lo pongas en Facebook» , remarca.

«Tenemos que ser conscientes de este tipo de cosas», asevera, aunque no se muestra partidaria, como aconsejan algunos, de no tener al jefe como amigo en una de estas redes sociales. «Creo que esa medida no sirve para nada, ya que aunque no lo tengas en tu perfil se va a enterar de lo que haces en internet usando otros caminos», manifiesta. Es más, cree que agregar al jefe puede resultar positivo en algunos casos. «Esta no es la solución», afirma, porque «lo realmente importante, como digo, es ser consciente de nuestra reputación en la Red y de que no podemos hacer aquello que no haríamos fuera de ella». Y mucho más teniendo en cuenta que las empresas ahora miran con lupa nuestros perfiles en estas plataformas.

Sobre el caso particular de la joven canadiense, Monsoriu considera que la reacción que ha tenido la aseguradora no se hubiera producido de la misma manera en España, ya que aquí nuestra legislación es completamente diferente. «Allí la aseguradora ha retirado el seguro a la joven sin indagar más [le han bastado las fotos de Facebook para hacerlo de forma automática], en España hubiera hecho falta una inspección por parte de la Seguridad Social, entre otras razones porque en nuestro país una persona que está de baja no puede viajar» , indica.

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