Elon Musk quiere abrir la jaula de Twitter y liberar sus secretos
El nuevo propietario desvelará el algoritmo que rige los contenidos y pondrá fin con cuentas automatizadas
Los críticos temen que se relaje la moderación de contenidos en la plataforma
Atendiendo a sus palabras, numerosos expertos en redes sociales alertan sobre el riesgo de que los esfuerzos por moderar contenido considerado desinformación o el extremismo se relajen . Algo que también preocupa a muchos trabajadores de la compañía, según han informado varios medios estadounidenses durante los últimos años. Más todavía teniendo en cuenta que estamos hablando de una red social que, tradicionalmente, ha tenido la mano más blanda a la hora de prohibir publicaciones y cerrar cuentas que sitios como Facebook o Instagram , ambas propiedad de Mark Zuckerberg .
Fernando Checa, profesor de Comunicación de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y experto en redes sociales, señala, en conversación con ABC, que «la palabra ‘libertad’ es muy bonita y suena muy bien», pero «no puede ser absoluta»: «Si en favor de la libertad de expresión permitimos la ofensa o el troleo terminaremos convirtiendo esa red social en un campo de batalla . Y parece que se está valorando». El experto remarca que si, efectivamente, Musk relaja la mano con el contenido que se vierte en el interior de Twitter corre el riesgo de que la red social termine convirtiéndose en un «campo de batalla». Y eso es algo que difícilmente será del gusto del grueso de usuarios: «El mensaje de Musk me parece muy populista, más teniendo en cuenta la manga ancha que suele tener Twitter con el contenido que se publica en su interior, como vimos cuando mantuvo abiertas las cuentas de los líderes talibanes el pasado verano mientras el resto de redes sociales tradicionales anunciaban medidas».
En la misma línea se mueve, en conversación con este diario, el profesor de Comunicación de la Universidad Oberta de Cataluña Ferran Lalueza. El docente señala que «Twitter tiene una razón de ser muy periodística y más próxima a la libertad de expresión que otros espacios». Asimismo, remarca que «en redes sociales determinados contenidos nunca deberían ser aceptables»: « No todo tiene amparo en la libertad de expresión . Hay determinados contenidos que no son idóneos, como el discurso del odio. Es importante que haya un control de contenidos».
La guerra del bot
El pasado jueves, en un tuit publicado en su cuenta oficial, en la que amasa cerca de 85 millones de seguidores , Musk dejó claro que, en caso de convertirse en propietario de la compañía tomaría acciones contra los bots de ‘spam’: esas cuentas automatizadas, detrás de las que no hay ningún ser humano, dedicadas a desviar el tráfico o la atención de una conversación en Twitter hacia otras cuentas, sitios web, productos, servicios o iniciativas. Cabe recordar que los bots que tienen fines maliciosos, destinados alterar el correcto funcionamiento de una red social son un problema endémico de Twitter.
Liberar el código
Musk también ha afirmado que tiene planes para liberar el código de la plataforma y el algoritmo . De esta forma, cualquier usuario que quiera podrá comprobar cómo funciona la aplicación y cómo trata las publicaciones que se vierten en su interior. De acuerdo con Musk, el funcionamiento de la aplicación «debe ser evidente, de modo que no haya manipulación tras bambalinas, ya sea algorítmica o manual». Lorena Blasco-Arcas, experta en marketing y profesora en la escuela de negocios ESCP destaca que, con esta información, ciberdelincuentes podrían utilizar los datos «para convertir la red social en un campo de cultivo de ciberataques».
Bot Ruso, por su parte, llama la atención sobre el peligro de que las empresas dedicadas en concreto a manipular a los usuarios tengan acceso a estos datos: «Poner al descubierto el algoritmo es arriesgado. Imagina lo que puede hacer una agencia de este tipo si le dicen cómo trabajar para viralizar los contenidos».
Sea como fuere, todavía quedan muchas dudas sobre las medidas exactas que adoptará Musk para cambiar Twitter y conseguir que se convierta en ese sitio capaz de encandilar a los internautas con el que sueña Musk. A pesar de ello, todos los expertos esperan que los cambios que aplique sean importantes. Más teniendo en cuenta la delicada situación en la que se encuentra la red social, que cerró el pasado 2021 con pérdidas superiores a los 200 millones de euros.