Doce cosas que hacías de niño y hoy serían impensables

Es evidente que la sociedad ha cambiado mucho en los últimos treinta años. Tanto, que esos mismos padres jamás permitirían que sus hijos hicieran muchas de las cosas con las que ellos se divertían a diario cuando tenían su edad. Para dar buena muestra de ello, en el blog ganador del Premio Bitácoras al Mejor Blog Personal y del Mejor Blog del Público en 2012, «Yo fui a EGB» , han recopilado una docena de actividades muy frecuentes entre los niños de los años 70 y 80.

La lista que arranca con un clásico en muchos álbumes de fotos familiares: la del niño con un cigarrillo en la boca. Aunque hace tres décadas era más o menos normal tomar fotografías en la que los niños aparecían simulando que fumaban, hoy una de estas instantáneas no solo sería políticamente incorrecta, sino que podría acarrear más de un problema a sus padres. Del mismo modo, la costumbre de dar a los más pequeños unas gotas de vino rebajadas con gaseosa o unos «culines» de cerveza ha caído en el olvido.

Sin abandonar lo políticamente correcto, la restrictiva legislación actual impide una actividad tan habitual hace años como bajar al estanco más cercano para ir a comprar tabaco para tu padre. Es más, hoy en día es prácticamente imposible encontrar aquellos cigarros de chocolate con los que muchos niños jugaban a imitar a sus mayores.

Otras actividades, como jugar con el mercurio del termómetro cuando este se rompía, prender fuego con un mechero a una nube de azúcar o, incluso, hacerse un tatuaje utilizando la punta del compás han caído, por fortuna, en el desuso. Igual suerte que ha corrido la costumbre que tenían algunos niños de llevar bajo la lengua balines de armas de aire comprimido como las carabinas. De hecho, hoy en día sería casi impensable que un menor jugase libremente con ese tipo de armas.

Los avances en seguridad han modificado también las actividades cotidianas de los más pequeños. Así, aunque sus padres se pasaban el día subidos en sus bicicletas o usando sus patines sin ningún tipo de protección, hoy los cascos, coderas y rodilleras se han convertido en complementos casi indispensables a la hora de montar en bici o salir a patinar. Del mismo modo, viajar más de cinco personas en el mismo coche o ir en el asiento trasero sin usar la sillita o los cinturones de seguridad ha pasado a la historia desde que supone arriesgarse a perder unos cuantos puntos del carné y pagar una cuantiosa sanción económica.

Terminamos con uno de los elementos más paradójicos de esta curiosa lista elaborada por los autores de «Yo fui a EGB» y es que, en una época en la que los más pequeños lo comparten casi todo a través de las redes sociales, sería impensable que publicaran su dirección en aquellas secciones de anuncios de los tebeos en la que muchos niños buscaban hacer amistad por correspondencia. Muy curioso.