El Tribunal de la Unión Europa impide la transferencia de datos a EE.UU.

Jurídicamente, al ser anulada la decisión de la Comisión de considerar a Estados Unidos un « puerto seguro » en el tratamiento de los datos privados , son actualmente las agencias nacionales de protección de datos las que han de gestionar el caso. Todas las organizaciones nacionales celebrarán esta semana una primera reunión con la Comisión para unificar criterios y evitar una fragmentación del marcado único.

La Comisión no se ha considerado en ningún momento desautorizada sino al contrario. El vicepresidente ejecutivo Frans Timmermans cree que la sentencia «confirma el enfoque de la Comisión» que espera llegar a un nuevo acuerdo con Estados Unidos antes de fin de año. La comisaria Vera Jourová reconoce que todavía existen algunas dificultades , no con las autoridades del departamento de Comercio, sino con las de Seguridad Nacional, que son las que quieren poder usar cuantos más datos mejor. Y, mientras tanto, ha insistido en que la sentencia no impide que las empresas sigan transfiriendo datos de sus usuarios a Estados Unidos .

«La invalidación del régimen de puerto seguro, a pesar de tener un impacto en todas las partes interesadas, no se opone a que las transferencias de datos a Estados Unidos se hagan sobre la base de otros mecanismos existentes». Entre estos, citó las « cláusulas de protección estándar en los contratos entre empresas que intercambian datos » o « reglas de comportamiento » como los que tienen grandes organizaciones.

Políticamente, los grandes partidos europeos siguen exigiendo una aplicación rigurosa de la directiva de protección de datos. Según Manfred Werner , portavoz del grupo Popular, «cualquiera que quiera operar y hacer negocios en el mercado único europeo debe respetar los estándares de protección de datos». El socialista británico Claude Moraes calificó la sentencia de «muy significativa», puesto que su grupo «defiende desde hace tiempo que los estándares de protección de datos en EE.UU. no son equivalentes».

El caso empezó con una persona que estaba descontenta de lo que pueden hacer las autoridades norteamericanas con los datos que tiene Facebook , pero hay miles de empresas que han recibido con inquietud esta sentencia, por si sus usuarios pudieran demandarles por haber puesto en manos norteamericanas sus datos.