El ocaso de los «smartphones» de lujo

Se da la paradoja que los dispositivos premium, los más avanzados de la gama, siguen navegando con viento a favor. Ahí está el iPhone 6 , el más actual de los «smartphones» de Apple , que presume de ser el rey de las ventas en España , por encima del otro grande del sector, Samsung , que ha sabido jugar sus bazas para copar todas las franjas y formatos. Tras la estela de la manzana coexisten diferentes tipos de terminales, sorpresivamente, algunos que se ofrecen por debajo de los cien euros y otros que están a caballo entre lo moderado y lo considerado innovador.

Los fabricantes han abrazado a la gama media con fuerza en los últimos años. Y, posiblemente, irá a más en los siguientes. «El precio es un factor clave a la hora de adquirir cualquier cosa. Y la experiencia de uso que prestan algunos terminales no difiere tanto de los de precio más alto. Son muy similares, así que a los usuarios realmente les cuesta encontrar el motivo por el que tener que invertir tanto», explica a ABC Rodrigo del Prado , director general adjunto de BQ , fabricante español que durante varios meses del pasado año colocó el «smartphone» Aquaris E5 HD como el más vendido en el mercado libre . «Al ser un mercado más maduro, se pueden conseguir modelos con experiencias muy buenas a costes razonables».

Además del precio, la duración de la batería es una de las características que los españoles más valoran a la hora de adquirir un móvil. Según datos de la consultora GFK , el gasto medio en España a la hora de adquirir un «smartphone» es de 276 euros , cifra sensiblemente inferior a los 296 euros de la media europea. Se calcula, además, que la mayoría de europeos aumentarán en los próximos años su presupuesto hasta los 303 euros y los españoles lo reducirían a 272 euros. Era lógico pensar que un negocio como la telefonía móvil, que tanta expectación y dinero genera a su alrededor, llegaría a un punto de encorsetamiento . Tarde o temprano, los usuarios observarían cómo el uso que le dan a sus teléfonos no requiere de un excesivo gasto, básicamente para mandar unos pocos mensajes con «apps» como WhatsApp. Nos quedamos así en una frontera cada vez más extensa en la que han irrumpido con fuerza otras marcas.

Los expertos justifican esta tendencia hacia precios más bajos , iniciada hace un par de años, cuando los operadores acabaron con los subsidios, aunque consideran que continuará en los próximos. «El mercado está evolucionando rápidamente. La mayoría de los consumidores ya no tienen que gastar 700 euros para tener acceso a un smartphone premium . Estamos viendo la explosión de nuevos proveedores como BQ y Wiko que están trayendo nuevos teléfonos con características de gama alta, pero a precios asequibles. Esto está atrayendo a muchos consumidores que no pueden permitirse iPhones o no ven la necesidad de gastar tanto dinero en un teléfono», sostiene Francisco Jerónimo , analista de la firma de análisis de mercado IDC.

La consecuencia de todo es la aparición de un escenario en donde la curva de innovación de los terminales más avanzados no es tan pronunciada respecto a anteriores generaciones. «La mayoría de los consumidores saben el uso que le dan a su teléfono y lo que necesitan . Para la mayoría, los terminales de los nuevas marcas chinas realizan bien aquellas tareas que todos hacemos (navegar por internet, consultar el correo, Facebook y otras aplicaciones básicas, así como mandar mensajes). ¿Por qué pagar por algo que no necesitamos?», reconoce este experto.