Probamos el Galaxy Z Flip5: los triunfos y los fallos del nuevo plegable de Samsung

Llevamos ya unas semanas con él, y aquí os contamos qué nos ha gustado y qué no.

La esencia misma del Samsung Galaxy Z Flip5 se encuentra en su tamaño gracias a su diseño plegable. Debido a sus reducidas dimensiones es el culmen de la portabilidad, entra cómodamente en cualquier bolsillo. Todo ello sin sacrificar una gran pantalla, que al desplegarla, ofrece una fantástica experiencia visual, salvo algunos 'peros'.

Sí. el doblez de la pantalla se ve, está ahí, y es inevitable; pero no empeora la calidad de la imagen, te olvidas rápidamente de que existe. El panel de 6,7 pulgadas sigue siendo el mismo que el Flip del año pasado con una resolución 2.640 x 1.080 (FHD+), hay pocos cambios en este aspecto. Se ve perfectamente con un buen equilibrio de brillo y color, pero a diferencia del Galaxy Fold, crea unos brillos raros si llevas gafas de sol polarizadas puestas.

Donde Samsung ha realizado mejoras significativas es en la pantalla exterior del Galaxy Z Flip 5. Ahora es mucho más grande, 3,4 pulgadas, y usable gracias a los 720 x 748 de resolución; está llena de color y es lo suficientemente brillante para que funcione a la perfección bajo el sol.

Por eso permite abrir aplicaciones completas como WhatsApp, Google Maps o YouTube cómodamente. En nuestra experiencia, la pantalla externa hace que necesites abrir mucho menos el teléfono, ya que lo más básico del día, las cuatro cosas que consultas constantemente o si tienes que responder rápidamente a un mensaje, se puede hacer desde aquí sin mucho esfuerzo. A diferencia de la versión anterior de 1,9 pulgadas, que tenía una pantalla minúscula limitada principalmente a widgets, algo casi testimonial.

El conjunto de cámaras es el mismo que el del Galaxy Z Flip4. Dos objetivos traseros de 12 megapíxeles, un gran angular OIS y otro ultra gran angular, y dentro otro de 10 megapíxeles. Mientras que la cámara trasera en modo selfie ofrece resultados sorprendentes cuando se utiliza con el teléfono cerrado, previsualizando en la nueva pantalla exterior. Sobre todo, porque no estamos acostumbrados a utilizar la cámara principal para ello, gracias al formato Flex.

Cuando usamos las cámaras traseras para tomar fotografías 'normales' el resultado no es tan impresionante. En particular, el ultra gran angular en movimiento, por la falta de OIS, sólo consigue fotos borrosas y distorsionadas.

No os equivoquéis, las cámaras del Samsung Galaxy Flip5 son excelentes, pero están lejos de la gama alta de Samsung. La calidad de las imágenes ha mejorado gracias al procesado de la IA proporcionado por su nuevo procesador, el Snapdragon Gen2 for Galaxy, el mismo que el Samsung Galaxy s23 con un rendimiento similar.

Respecto a la batería, tampoco hay cambios. Tenemos 3.700 mah, pero se nota la mejora del procesador que optimiza mejor el consumo. El móvil aguanta fácilmente más del día completo de uso.

Samsung además ha añadido una serie de accesorios, como una carcasa con diferentes paneles traseros que cambiarán el diseño de los fondos de pantalla según el color que escojamos, y unas cuantas fundas más. El diseño exterior, de por sí, a nosotros nos encantan, y estas carcasas transparentes permiten ver perfectamente cómo es el teléfono, sin quitarle su encanto.

El Samsung Galaxy Z Flip5 es un teléfono móvil impresionante, construido sobre la experiencia que da ser el líder en este formato. La portabilidad, la pantalla exterior mejorada y las innovaciones en software son sus puntos fuertes. Sin embargo, tenemos que recordar que los cambios sobre su versión anterior son mínimos, la batería, la pantalla plegable o las cámaras siguen siendo las mismas. El dispositivo tiene un precio que arranca en los 999 euros.