Del «fuckin spaniards» de bq al «spanish Ubuntu»

«No es un terminal para el que vive pegado al Candy Crush o el WhatAspp», reconoce el cofundador de la compañía, quien asegura que el tándem formado con Canonical responde a «una filosofía compartida» y la «firme idea» de que «la diversidad es fundamental para la evolución del sector». «En el mundo de los sistemas operativos y de los teléfonos móviles, hay más bien poco», continúa. Del Prado es consciente de que esta es una opción que el día de mañana puede llegar a constituir una evolución. «Es una propuesta de futuro que tiene que evolucionar -,sostiene- y sería un error garrafal comercializarlo ahora en canales masivos».

A pesar de esta prudencia, el día del estreno del terminal, la página web de la compañía -canal por el que se puede adquirir- recibió hasta 12.000 consultas de información por minuto, lo que desbordó las «mejores previsiones» de los miembros de bq. «Algunas de las otras propuestas intentaron entrar al mercado sin tener una masa crítica», analiza, en una clara referencia a aventura como Firefox OS , que aún no han conseguido despertar un gran interés de los usuarios. «Lo que es claro y es obvio es que no tenían la comunidad dedicada que tiene Ubuntu», defiende, sobre un sistema operativo móvil, que «le recuerda» a la situación cuando la gente decidía «instalar Linux en su ordenador de casa» y que, además, se trata de un flujo de trabajo abierto y bajo el mantra del «open source»: «Hoy en día los centros de investigación y desarrollo más efectivos son las comunidades, más allá de los departamentos de I+D de las empresas privadas».

Se trata de una versión casi idéntica al Aquaris E 4.5, que cuenta con una pantalla con una resolución de 540 x 960 píeles y un peso total de 123 gramos de peso, así como nueve milímetros de grosor. El motor del teléfono es MediaTek, un procesador quad-core a 1,3 GHz, jalonado con un giga de RAM y ocho de memoria interna, ampliables por microSD. Su batería es de 2.150 mAH y las cámara cuenta con sensores de ocho megapíxeles en la trasera y cinco en la frontal. Sin embargo, en este caso prescinde de los botones porque la gran apuesta de Ubuntu es que el control gestual del usuario sea su manera de interactuar. «La experiencia de uso es lo básico», asegura Del Prado.

Por otra parte, la firma también está enseñando estos días a quienes se acercan a su stand del pabellón de la Fira Gran Vía su nueva familia de terminales los Aquaris M. «Son una evolución de la gama E que vienen a complementar la actual línea», explica. Se trata de momento, de tres terminales, que contarán con una pantalla de 4.5, 5 y 5.5 pulgadas, un formato, éste último, que supondrá el debut en estos guarismos. «Hemos trabajado el rediseño desde cero manteniendo algunos señas de identidad como la dual SIM o la memoria ampliable», remacha el director general, haciendo referencia al acabado en policarbonato de la parte trasera.

Vendrán equipados con la tecnología Quantum Dot para una mejor reproducción de colores y su batería oscilará desde los 2.400 mAh del formato más pequeño hasta los 3.300 del mayor de ellos y los 3.000 del modelo intermedio. Estos dos modelos contarán con una cámara trasera de trece megapíxeles y un Snapdragon 615 octa-core. Por su parte, el Aquaris M 4.5 tendrá una cámara principal de ocho megapíxeles y será movido por un chip de Mediatek. Los precios oscilarán entre 200 y 300.