Las gafas de Apple no han salido y ya le están dando problemas a la empresa

La empresa se ha visto obligada a reducir el número de unidades a fabricar debido a problemas con el diseño

R. A.

Madrid

Apple quiere convertir su futura línea de gafas de realidad virtual y (sobre todo) aumentada en una de las grandes líneas de negocio de la empresa. Sin embargo, el camino para conseguirlo será complicado. La compañía anunció recientemente su primer visor, que llegará a las tiendas a inicios del año que viene. Sin embargo, la disponibilidad no será especialmente elevada.

Según informa 'Financial Times', la empresa californiana se ha visto obligada a reducir la fabricación de gafas debido a la complejidad del diseño y a problemas en la producción. Si en un primer momento Apple esperaba poner en las tiendas un millón de gafas a lo largo de 2024, ahora la cifra se habría reducido hasta las 400.000 unidades.

La compañía también se habría visto en la necesidad de retrasar sus planes de lanzar al mercado una alternativa más económica a las Vision Pro, que tendrán un precio de 3.500 dólares en Estados Unidos. En el resto del mundo, seguramente, el coste será superior.

En concreto, el principal problema para la fabricación del dispositivo se encuentra en la creación de las pantallas micro-OLED para el dispositivo, cruciales para que este esté a la altura de lo que Apple prometió durante la presentación del pasado 5 de junio. El visor monta tres, y son el componente más caro que tiene la gafa.

Si, al final, Apple pone a penas medio millón de unidades de su gafa en los estantes, es probable que, incluso, conseguirlas durante su primer año de vida llegue a ser complicado, según señala el grupo de análisis del mercado Canalys.

De acuerdo con expertos en esta tecnología consultados por ABC, las Vision Pro cuentan con todas las papeletas para comenzar a popularizar, ahora sí, los visores de realidad mixta. Con todo, la mayoría reconocen que, lo más probable, es que haya que esperar unos cuantos años para que terminen de convertirse en un fenómeno de masas, exactamente igual que ocurrió con el primer iPhone. La presencia de una versión más económica en las tiendas, seguramente, ayudará mucho a que esto termine ocurriendo.

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