Elon Musk se plantea retirar X de Europa para evitar tener que cumplir la Ley de Servicios Digitales

La incapacidad de la empresa para poder cumplir con la ley habría provocado que el multimillonario, nacido en Sudáfrica, se encuentre entre la espada y la pared. Para empezar, porque violar la normativa puede suponerle una multa a X del 6% de su facturación global. Y las cuentas de la compañía están muy lejos de estar saneadas. Cerrar el acceso a la plataforma en la UE podría permitir que el magnate esquivase la multa. Además, en caso de reincidencia, Bruselas podría terminar ordenando directamente el bloqueo de la aplicación en todo el suelo comunitario, como se establece en la DSA.

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Rodrigo Alonso

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La normativa comenzó a funcionar en la Unión Europea el pasado agosto. Entre otras cosas, establece la obligación de evaluar y mitigar los riesgos relacionados con la difusión de contenido ilegal, desinformación y violencia de género. Algo que Bruselas no tiene muy claro que, actualmente, esté haciendo la aplicación propiedad de Elon Musk. Sobre todo desde el estallido del conflicto entre Israel y Hamás.

La semana pasada, el jefe de la industria de la UE, envió una carta al magnate en la que se avisaba, haciendo mención directa al conflicto entre el grupo terrorista Hamás e Israel, de que la UE tenía «indicios de que su plataforma está siendo utilizada para compartir contenido ilegal y desinformación» en la UE. Durante los meses pasados, Bruselas ya había advertido a X en varias ocasiones sobre la necesidad de que la red social trabajase más duro para adaptarse a la nueva normativa.

La vieja Twitter no va sobrada de ingresos. Se calcula que durante el último año ha perdido más de la mitad de la inversión publicitaria, capital para el negocio de cualquier red social que se precie. Y si las cuentas no terminan de cuadrar, el número de usuarios de la plataforma tampoco es que sea, precisamente, para tirar cohetes.

La directora ejecutiva de la plataforma, Linda Yaccarino, reconoció a finales de septiembre que la aplicación estaba perdiendo internautas. Actualmente, se calcula que tiene unos 225 millones de usuarios activos diarios. Hace un año, justo en el momento en el que Elon Musk se hizo con la propiedad del servicio, a cambio de 44.000 millones de dólares, eran cerca de 255 millones.

Atendiendo a los datos compartidos por la empresa recientemente con Bruselas, buena parte de estos internautas están ubicados en la UE. Se calcula que cuenta con más de 100 millones de usuarios en suelo comunitario.

La desaparición de X en la UE no solo provocaría una importante merma en el número de usuarios y en los ingresos por publicidad de la firma. También significaría una ruptura total del espíritu original de la aplicación.

«Europa es absolutamente estratégica para X. Lo que quiere Musk es que su aplicación sea una aldea global, teniendo en cuenta que en Asia no está tan presente, abandonar Europa implicaría que la aplicación se convirtiese en un proyecto local, y mata completamente el concepto original», explica a ABC Nacho de Pinedo, director ejecutivo de la escuela de negocio digital ISDI.

El experto lo tiene claro: «Musk no va en serio. Esto es un pataleo. No veo en absoluto que vaya a ocurrir». Por su parte, Ferran Lalueza, profesor de comunicación de la Universidad Oberta de Cataluña y experto en redes sociales, apunta que, en el fondo, si X no hace nada para ponerse al día con la normativa al final iba ser la propia UE la que le enseñará la puerta: «Elon Musk, al final no tiene muchas opciones si no se adapta. Es o salir por cuenta propia o esperar a que Bruselas te eche».

Igual que De Pinedo, el docente remarca que una potencial salida del Viejo Continente supondría una importante pérdida de valor para la red social: «No concibo una red de primera línea sin alcance global. Definitivamente, si Europa queda fuera, X perdería muchísimo estatus».

Mientras tanto, Fernando Checa, director del máster de redes sociales de la Universidad Internacional de La Rioja, explica que «X lo tiene complicado, porque hace lo contrario de lo que quiere la UE»: «Musk lo ha vendido como una plataforma en la que puedes decir casi lo que quieras. Ha desinvertido mucho en moderación de contenido».

En su caso, Checa no tiene tan claro que la cosa se vaya a quedar en una simple bravata, aunque reconoce que abandonar la UE tendría un efecto importante en las cuentas de la empresa: «El problema es lo voluble que es Elon Musk. Es muy difícil saber qué es lo que va a hacer. Toma muchas decisiones de forma precipitada. Salir de la UE sería muy arriesgado para cualquier compañía, pero Musk es un kamikaze, por lo que nunca se sabe».

«A Elon Musk no le gusta que nadie le diga lo que debe hacer. Me creo perfectamente que tenga el arrebato, pero también le estaría haciendo el caldo gordo a otras redes sociales y empresas, como Meta», remata Checa. Efectivamente, la empresa de Mark Zuckeberg lanzó el pasado verano Threads, una aplicación que aspira a funcionar como una alternativa a Twitter. Aunque por el momento no está disponible en suelo europeo, debido a razones de privacidad, es bastante probable que el desembarco se termine dando en los próximos meses. En caso de que X abandonase el territorio, la herramienta de Meta tendría vía libre para ocupar el espacio.