El primer mensaje del Papa en Twitter: «Os bendigo a todos de corazón»

El Papa lanzó su tuit desde un iPad situado en una sencilla mesa de madera al término de la audiencia general de los miércoles, mientras el público aplaudía con entusiasmo. Sentado en una silla, Benedicto XVI, tenía dudas sobre el botón que debería apretar, pero Thaddeus Jones, el experto del Vaticano en nuevas tecnologías, le ayudó a golpear con decisión en el lugar oportuno.

Con el toque de su dedo índice, el Santo Padre abría una nueva era en la comunicación de los Papas a través de las redes sociales, llegando por primera vez directamente y con un texto breve al ordenador o al teléfono móvil de un millón de seguidores en Twitter, un número que se espera que suba con gran rapidez en los próximos días.

El tono cariñoso y directo de su primer mensaje refleja la personalidad de Benedicto XVI, quien suele utilizar el saludo «queridos amigos» en lugar de otros más formales, y que dedicó su primer contacto a celebrar la alegría del encuentro y a dar las gracias por el interés de su seguidores.

No fue una predicación, ni una clase magistral. Lo único que añadía específicamente como Papa era que «Os bendigo de todo corazón».

A diferencia de los medios de comunicación utilizados hasta ahora por los Papas, Twitter es interactivo, y apenas media hora después, Benedicto XVI comenzaba a responder a las preguntas recibidas en los diez días desde que se presentó la cuenta @pontifex y se anunció la posibilidad de hacer preguntas a través de #askpontifex.

A la pregunta «¿Cómo podemos vivir mejor el Año de la Fe en nuestro día a día?», respondía con toda sencillez «Dialoga con Jesús en la oración, escucha a Jesús que te habla en el Evangelio, encuentra a Jesús, presente en el necesitado». Era «B16», como le llaman los jóvenes, al 100 por cien. Tres ideas claras: oración, Evangelio, persona necesitada.

En el momento de lanzar su primer tuit, el Papa estuvo acompañado por cuatro jóvenes periodistas , expertos en redes sociales, entre quienes figuraba Katia Lopez-Hodoyan, norteamericana nacida en México, quien lucía una hermosa bufanda de la Virgen de Guadalupe que gustó mucho al Santo Padre.

La audiencia general celebraba precisamente a la Patrona de las Américas, y contaba con una gran presencia de americanos, desde Canadá hasta Argentina, que participan en un congreso panamericano destinado a unificar la acción evangelizadora en el continente.

En su intervención en español, el Papa agradeció el espectacular Belén de artesanía india purépecha, regalado por el estado mexicano de Michoacán — con su buey y su mula —, que adornaba el escenario del aula de las audiencias, así como los villancicos de un grupo de indios mexicanos ataviados con ponchos, que dieron al encuentro un entrañable sabor de fiesta navideña.