Sentimiento de culpa y presión, un calvario depresivo

«Que no se la descalifique»

El Consejo General de Enfermería apunta la necesidad de apoyarla psicológicamente. En este sentido, condena «la actuación de la gerencia del hospital Gregorio Marañón» por anticiparse a lanzar acusaciones contra la profesional sin haber concluido la investigación. Por su parte, la Sociedad Española de Enfermería Neonatal (SEN) expresó ayer su «más sentido pésame» a la familia del pequeño, pero también «su apoyo y solidaridad a la protagonista, a su pesar, de tan luctuoso suceso» y pidió que no se la descalifique. «Pedimos cautela en los enjuiciamientos y descalificaciones hasta que se clarifique lo ocurrido, buscando las causas que determinen responsabilidades y soluciones; evitando reincidir en tan triste desenlace», sostiene en un comunicado la SEN. Esta asociación concluye que las consecuencias de estas descalificaciones repercutirán directamente en el tratamiento que reciban otros miembros del cuerpo de enfermería por parte de la sociedad.

Los expertos aseguran que la enfermera es una víctima más, mientras la investigación no finalice, pues la presión mediática y social pueden potenciar el riesgo de depresión. Un fracaso profesional, un accidente, una relación afectiva frustrada, un problema familiar, entre otros, pueden ser causa de una depresión. Pero también los sentimientos de culpabilidad. En este caso, la enfermera se sentirá responsable del incidente y vivirá su propio calvario sin necesidad de que nadie le acuse.

Presión social

La negligencia es un error que no está socialmente aceptado. Pero tampoco profesionalmente. Ante el «error» se debe aceptar la responsabilidad.

Los enfermeros y médicos son actualmente un gremio profesional con riesgo de agresiones por parte de los pacientes. El 75 por ciento de las víctimas son enfermeros.