Skoda rescata una moto clásica y la convierte en un objeto de deseo futurista
El francés Romain Bucaille ha reinventado la Laurin & Klement Slavia B, un modelo del que se fabricaron 540 unidades entre 1899 y 1904 y que ahora está llamado a convertirse en un objeto de coleccionista
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El fabricante checo Skoda ha decidido coger algunos de sus vehículos más emblemáticos para darles una vuelta de tuerca y convertirlos en diseños futuristas para amantes del motor y el lujo, una iniciativa que arranca con un modelo de dos ruedas, la Laurin & ... Klement Slavia B, cuya versión original se remonta al año 1899. El autor del diseño actual, que está totalmente adaptado al siglo XXI, es el francés Romain Bucaille, que trabaja en el diseño exterior de automóviles Skoda Design y que define el resultado como una cafe racer con estilo Modern Solid.
En su época, este modelo estaba propulsado por un motor monocilíndrico refrigerado por aire de 240 cc con una potencia de 1,75 CV y una velocidad máxima de 40 km/h. Esta moto no tenía caja de cambios, por lo que la potencia se transmitía a través de una correa plana que estaba conectada directamente al motor e incluía pedales que se utilizaban para arrancar y como propulsión auxiliar. Desde 1899 a 1904 se llegaron a fabricar hasta 540 unidades.

La sección delantera del bastidor es un homenaje al exquisito trabajo de Václav Laurin, autor de motocicletas conocidas en todo el mundo por su estabilidad y maniobrabilidad. Pese a que el modelo base llevaba motor a combustión este nuevo diseño se adapta a los tiempos que corren ofreciendo un sistema de propulsión eléctrico, por lo que el lugar que antes ocupaba el motor ahora se presenta con un espacio vacío creando la ilusión óptica de que el logo flota en el aire. El asiento también está diseñado para dar esa misma sensación, como si estuviera desconectado del resto de la estructura. Además, para darle un toque vintage se ha añadido una bolsa de herramientas de cuero integrada en el bastidor.

Por otro lado, la versión del futuro de la Slavia B hace un guiño al legado deportivo de la máquina original. En 1901, el piloto Narcis Podsednicek completó la famosa carrera París-Berlín con una de estas motos. El resultado es una motocicleta con líneas limpias, bordes afilados y unos faros característicos seña de identidad de la marca.
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Del precio de este nuevo modelo no se ha dado detalles por el momento, pero lo cierto es que dados sus acabados y estilo podría ser una pieza de coleccionista.
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