El yate diseñado para la realeza con un precio de 4 millones la semana

Un yate al alcance de muy pocos. El verano post pandemia se presenta con planes en los que la independencia se torna más importante que nunca. Es por eso que las islas privadas, resorts y todo tipo de experiencias que permitan mantener las distancias de seguridad están siendo las más demandadas. De entre todas ella no podían faltar las vacaciones en los yates de lujo, donde algunos no tienen nada que envidiar a los palacios más majestuosos, como el Flying Fox que presentamos a continuación. Precios astronómicos. Se trata de un modelo solo accesible para unos pocos bolsillos debido a su precio de 3,5 millones de euros la semana, que si echamos cuentas sería algo así como 20.000 euros la hora. Una cifra que parece reflejar a la perfección todos sus lujos y su superficie con metros de 150 eslora y 23 de acho. Lujo en su máximo exponente. La embarcación está diseñada para que se pueda acceder a ella de diversas formas, ya sea en helicóptero a través de su helipuerto o por el contrario, una estación submarina. Si todos estos detalles no fuesen suficientes, también posee diversos jardines interiores con numerosos árboles y plantas además de otro acuático. Camarotes con terraza y jacuzzi. El Flying Fox tiene capacidad para 25 personas en sus 11 camarotes con terraza, aunque sus grandes dimensiones permiten que se organicen veladas de hasta 40. No hay que olvidar que la tripulación necesaria para que funcione al máximo rendimiento es de al menos 50 personas entre las que figuran también los masajistas e instructores fitness. Tripulación de 50 personas. El diseñador de superyates Mark Berryman ha sido el encargado de dar forma a su interior, y según declaró a los medios su máxima era transmitir paz y serenidad. De ahí que se haya optado por una paleta de colores cálidos, naturales y neutros. Diseñado para el máximo disfrute. Aunque todos los camarotes son de tipo suite, destaca el presidencial, con salón privado con un pequeño jardín, un gran ventanal que da al mar y jacuzzi privado. Jardines, chimeneas... no le falta detalle. La cubierta superior posee una gran pantalla de cine exterior, salón con chimenea de leña, sala de conferencias y centro de belleza además de la gran piscina. Materiales de primera calidad. Los muebles y los pisos están hechos de bambú, teca y roble que contribuyen a su elegancia, combinados con travertino y piedra de Jerusalén con detalles en cuero en todas las estancias. El Spa más grande jamás construido en un yate. Para los que busquen una experiencia placentera para todos los sentidos, cuenta con un Spa de 400 metros cuadrados distribuido en dos pisos, donde uno de ellos comunica con la cubierta inferior y que ofrece accesos directos al centro de buceo. 400 metros cuadrados distribuidos en dos plantas. Entre los servicios disponibles de puede disfrutar de un Hamman, Sauna, Cryo Suna así como masajes y demás tratamientos de belleza. Lujo en la máxima potencia. Cada uno de sus rincones está diseñado para disfrutar de vistas panorámicas y sentir una experiencia de lujo elevado a la máxima potencia. Espacios amplios y luminosos. En su interior los espacios están diseñados para ofrecer una gran amplitud con múltiples accesos a las cubiertas y amplios ventanales. Sala de fiestas, cine, discoteca.... Tampoco faltan una sala de fiestas, otra de cine, recreativos y varios salones de gran tamaño. Además, los huéspedes podrán disfrutar de platos de prestigiosos chefs con estrella Michelín.