Un reloj Vacheron Constantin incrustado en un Rolls-Royce, el máximo exponente del lujo

En estrecha colaboración con la casa de lujo británica, Vacheron Constantin ha desarrollado las especificaciones técnicas y los detalles de acabado del reloj Les Cabinotiers Armillary Tourbillon de edición única, a fin de convertirlo en el perfecto complemento del conjunto interior del Rolls-Royce Amethyst Droptail. Diseñado para ser exhibido en el salpicadero, que está acabado en chapa de madera de poro abierto de ébano de Macassar, el reloj se aloja dentro de un elegante mecanismo de soporte totalmente integrado a la vez que extraíble, todo ello perfectamente diseñado y en consonancia con la gama cromática.

Los relojeros de Vacheron Constantin eligieron el Calibre 1990 de manufactura, principalmente por su doble indicación retrógrada de horas y los minutos, que recuerda a los velocímetros tradicionales de los automóviles, así como por su tourbillon biaxial conocido como armilar, en un guiño a los modelos de la esfera celeste del siglo XVIII, que ejecuta un asombroso ballet mecánico. El acabado extremadamente meticuloso y personalizado del reloj y su soporte responden a los criterios de excelencia defendidos por la marca, que con este reloj presenta su primera creación contemporánea para el mundo del automóvil.

La esfera de zafiro del reloj revela toda la belleza del Calibre 1990, que incorpora una platina principal con un revestimiento galvánico NAC de color malva con un acabado satinado circular, un tono original que combina con la tonalidad de los asientos de piel del Rolls-Royce Amethyst Droptail. En la parte de la esfera, los puentes tienen aristas biseladas a mano y están adornados con un motivo de Côtes de Genève, que también se encuentra en los puentes de la parte trasera en el mismo color malva. Es digno de mención el hecho de que, por razones prácticas, la corona se ha sobredimensionado deliberadamente para facilitar la carga y garantizar una reserva de marcha de 58 horas. Ubicada a las 12 horas, recuerda a los cronómetros de época, de carga manual, al igual que el arco de minutos recuerda a los velocímetros tradicionales.

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El reloj y sus accesorios pueden guardarse en un cofre de exhibición construido con la misma madera de poro abierto de ébano de Macassar claro y cuero de color amatista utilizados para el interior del vehículo. El interior del propio cofre está ligeramente curvado, como el salpicadero del automóvil.

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