Así vas a querer vestir el próximo otoño-invierno

Parece de perogrullo hablar de él con la llegada del frío, pero es que durante los próximos meses no va a ser protector (que también) sino directamente pasa a ser la pieza clave de cualquier look. Y llevado al extremo en todas sus opciones.

Los clásicos aparecen en sobrios negros, azul marino o camel pero alargan su tamaño para quedarse por debajo de la rodilla y conviven con chaquetas de aviador cargadas de borrego, cazadoras de cuero que se atreven con el rojo o chaquetones tipo plumas que cobran volumen extremo como las propuestas por Versace.

Las colecciones de moda realizan un viaje a la época por excelencia de la música disco. Encontrarás grandes solapas, las camisas con regusto cowboy, los estampados psicodélicos, los pantalones acampanados… La estética de la década se recupera pero mucho más moderada.

Reaparece sobre todo la apuesta por el ‘total denim’ como propone Raf Simons para Calvin Klein o los jerséis de ganchillo en los que se ha inspirado Miuccia Prada.

Fiel a la década que marca el ritmo del otoño, se erige como material estrella en todo tipo de prendas. El pantalón será su mejor aliado pero también lo encontrarás en americanas gruesas o camisas. Siempre en color caramelo y tratado a modo de jean.

Se caracteriza por su doble botonadura y tiene como baza su virtud estilizadora. Tanto en traje sastre como sola para combinar con pantalones de pinzas o chinos, esta pieza del armario de los militares de marina de los años 30 ha vuelto para quedarse. Tip de estilo: abrocha siempre, al menos uno o dos de los botones.

De mano, tipo ‘doctor bag’ o directamente a modo maletín. En cualquiera de versiones se convierte en imprescindible. Salvatore Ferragamo apuesta por los tipo saco, Dior los subió a la pasarela en formato cuadrado y Giorgio Armani se atreve incluso a añadirle plumas. ¿Con cuál te quedas?

El tono más ardiente de la paleta llega como un rayo de luz ante el siempre triste otoño. Gucci o Dolce&Gabbana han sido algunas de las firmas que han coloreado sus trajes del potencial rojo como una auténtica declaración de intenciones.

Las botas. Pero ojo porque no son ni las toscas camperas ni las conocidas como Chelsea, sino las de caña alta con cordones. Cómodas, informales y con un toque rústico que las hacen aún más apetecibles para los looks desenfadados.

Es una de las tendencias del verano que seguirá latente en los próximos meses a pesar de resultar la más complicada por salir de su radio de acción puramente deportivo. Lo mejor es optar por las versiones sencillas en tonos lisos, sin parches, ni tachuelas o graffitis. Si se quiere llevar con clase, evita combinarla con un chándal o caer en tentaciones como llevarla hacia atrás, de lado o con la visera plana o hacia arriba.