Polos de punto, la prenda informal más elegante

Una forma de darle una vuelta de tuerca a los clásicos que cada vez tiene más adeptos

El polo de punto, un básico de entretiempo Instagram @nachoyanes

Hemos hablado de prendas olvidadas que resurgen de sus cenizas como los chalecos de punto , de híbridos de nuevo cuño como los drawstring pants (chinos que se atan a la cintura con cordón), o de clásicos en el armario femenino que por fin adquieren ... la dimensión que merece en el masculino como bolsos. Hay muchos ejemplos recientes más y de todos ellos nos hemos enamorado por unas razones y otras. Pero si hay una prenda masculina actual que sea novedosa y también tendencia que merezca la etiqueta de imprescindible, nosotros lo tenemos claro: el polo de punto se lleva la palma.

Aunque ya hace un lustro que irrumpió en las colecciones de hombre, allá por el verano de 2017, todavía se la puede considerar como una novedad reciente puesto que no ha sido hasta los dos últimos veranos cuando se ha viralizado su uso más allá de las pasarelas y los vestidores de expertos en tendencias de moda. No es para menos porque el polo de punto (y en menor medida su alter ego, la camiseta de punto, también de moda), lo tiene todo para hacerte triunfar en verano.

Quién nos iba a decir que el punto, una técnica reservada para las prendas de invierno , iba a ser la elegida para dar forma a la prenda que no querrías quitarte en primavera y verano, pero así es. La clave para que haya llegado y besado el santo el polo de punto es el nivel de confort, ligereza y transpiración, entre otras cuestiones, que la industria ha conseguido con este tejido.

Además, el predominio en el tiempo de lo vintage con fuente de referencia permanente para la moda contemporánea le ha venido como anillo al dedo al polo de punto, ya que se mimetiza a las mil maravillas con el estilo de décadas pasadas. Los años 50 sobre todo, pero también con los 70, una de las épocas que más influye en la moda contemporánea.

Cómo llevarlo y cuándo evitarlo

El polo de punto destila una elegancia y sofisticación innata que el polo de algodón no alcanza . No en vano, si bien este último se asocia a alternativa veraniega a la camisa, no deja de ser una prenda deportiva —obra de René Lacoste— vinculada a disciplinas como el tenis, el golf o aquella que le da nombre y en cuyo uniforme está inspirada, el polo.

En realidad, el origen del polo de punto no es reciente, sino que data de la misma época que el de algodón, pero ha sido en los últimos años cuando ha terminado de cuajar. A buen seguro, además de la mejora de la técnica, apreciable en detalles como los citados anteriormente, tiene mucho que ver la necesidad de encontrar recursos de estilo más formales sin necesidad de renunciar (más si cabe) a la elegancia propia de las prendas más formales. Este equilibrio solo se da en el polo de punto, tan ligero y fresco como el de algodón pero más sofisticado que este, lo cual le convierte en la alternativa veraniega ideal a la camisa en la que todavía muchos hombres se empeñan pese a que enseguida se afean por las arrugas y el sudor si hace calor. Por poner un ejemplo, salvando las distancias todavía, el polo de punto se está convirtiendo en la temporada calidad en los mismos que el jersey de cuello vuelto en el invierno.

Igual que esta prenda, es muy fácil de combinar, ya que se adapta fantásticamente a ese saco amplio de estilo que solemos llamar todavía ‘casual friday’ aunque muchas empresas ya lo acepten durante toda la semana. Es cuestión de sustituir la camisa por el polo de punto. Ambas prendas funcionan en contextos y con combinaciones similares, de manera que si te ibas a poner la primera, puedes optar por sustituirla por el segundo. Eso sí, salvo excepciones, dado que el polo de punto suele ser ajustado, sobre todo en las mangas, nuestra recomendación es que lo lleves por dentro del pantalón , que puede ser un vaquero pero siempre será más acertado un pantalón tipo chino, del corte que más se adapte a tus gustos y estilo personal.

No te preocupes si va a refrescar más de la cuenta porque el polo de punto también hace buenas migas con una blazer, y no tengas problema en llevarlo en tus días de ocio por si dudas cómo quedará con deportivas en vez de con zapatos. Te aseguramos que quedará bien con unas deportivas blancas, por ejemplo, y todavía mejor con unas sandalias de piel o calzado tipo abarcas cuando el calor apriete.

Tampoco presenta mayor inconveniente la paleta de colores, si bien predominan los diseños en colores sobrios como los azules, los grises y, sobre todo, marrones, que son nuestros favoritos. Pero tampoco es un error, si encuentras un diseño que te guste, llevarlo en algún tono más vivo como puede ser, por ejemplo, el amarillo.

En definitiva, es muy difícil fallar con un polo de punto en primavera y verano. Lógicamente, no es la prenda recomendada para combinar con outfits muy deportivos, pero por lo demás tienes más papeletas de meter la pata si lo compras en la tienda equivocada, que no sea una marca especializada en el trabajo del punto de calidad, que por cómo y dónde lo lleves.

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