Así es como NO deberías vestir en tus eventos de Navidad
Deja de cometer una y otra vez los mismos errores y céntrate en las prendas y combinaciones que verdaderamente importan
De igual forma que evitamos cometer determinados errores en las fiestas de Navidad, como pasarnos con el alcohol en el evento de la empresa, discutir con el cuñado en Nochebuena o volver a comprar una entrada a una macrofiesta donde te pases la Nochevieja sudando y bebiendo garrafón, también deberíamos revisar nuestra indumentaria en cada una de las citas marcadas en rojo en la agenda durante el mes de diciembre y en la primera semana de enero. Deberíamos porque, desgraciadamente, seguimos cometiendo algunos errores, unos de estilo propiamente dichos y otros simplemente de lectura de las circunstancias del evento, a la hora de elegir el outfit más adecuado para cada uno de ellos.
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Como decíamos, podríamos dividir en dos los grandes errores que se cometen a la hora de elegir looks navideños. Y así los vamos a analizar, por separado en dos grandes bloques. El primero hace referencia a lo más básico cuando hablamos de ropa: ayudarse del buen gusto para elegir la combinación ganadora para cada fiesta . En este punto, poco podemos aportar que no hayamos hecho ya en los diferentes temas que hemos ido abordando a lo largo de este tiempo en Summum: cómo combinar un traje con estilo, posibilidades modernas como las opciones bicolor o eliminando la corbata del conjunto del look, formas de vestir elegante desde una visión informal, alternativas a los zapatos más clásicos en forma de botas, la elegancia de un buen suéter de punto, etc.
En el segundo bloque, en cambio, sí hay una amplia lista de meteduras de pata por repasar. La primera y más monumental de todas, la cual se sigue heredando de generación en generación, vestir de prestado, algo que es especialmente erróneo en el caso de los hombres y, sobre todo, cuando se trata de un traje con corbata la elección. ¿Por qué? Sencillamente, porque se nota mucho cuando un traje no ocupa el cuerpo para el que fue medido y arreglado en su momento, lo que provoca que pierda toda su belleza y elegancia. Además, corres mucho riesgo de emitir esa sensación de ir disfrazado a la que tanto solemos referirnos en los temas en los que tratamos algún aspecto del vestuario, esa que quizá sea la peor que se puede transmitir con la vestimenta. Es mejor renunciar al traje, siempre que las circunstancias lo permitan, o adquirir alguno low cost, pero prestado se notará demasiado que lo es.
Los tres grandes errores
Una vez aclarado este detalle, son tres los errores que más se cometen, a nuestro parecer, cuando elegimos look para un evento navideño sin pensar demasiado en las circunstancias que lo rodean. Ninguno de los tres lo sería por sí solo, sino que lo son porque no se tiene en cuenta el tipo de evento para el que se eligen. Digamos que sería como si en esos ejercicios en los que se tienen que unir dos conceptos que vienen en dos columnas nos equivocamos en todas ellas. ¿Se puede ir muy arreglado a un evento navideño? Sí; ¿se puede ir con un look arriesgado? Por supuesto; ¿y conservador? También. Lo difícil es saber en qué tipo de fiesta sería lo más acertado uno u otro estilo.
Por ejemplo, no parece razonable vestir muy formal en una cena familiar que se va a desarrollar en una casa. Evidentemente, por poder, puedes; de hecho, es muy habitual que la gente lo haga, pero no deja de carecer de sentido teniendo en cuenta que te estás vistiendo en traje, por ejemplo, cuando a lo mejor ni siquiera vas a salir de tu vivienda. Del mismo modo, no parece razonable arriesgar de más en la cena de empresa, donde a priori siempre conviene perderse un poco entre la media general para disfrutar de la libertad que da en estos casos la discreción. Todo lo contrario ocurre con la Nochevieja cuando la vas a pasar de fiesta: si te lo permiten las condiciones del evento, algo que debería ser así en todos los casos teniendo en cuenta que estamos a punto de saludar al año 2020, puedes dejar en casa la corbata e incluso el traje monocolor y jugar un poco más con la creatividad, que ya está bien de que todos los hombres que van a una fiesta de Nochevieja parezcan sacados de las oficinas de cualquier empresa un lunes a las 9 de la mañana.
Por último, es importante también tener en cuenta las condiciones del recinto en el que se vas a pasar la fiesta y el lugar geográfico en el que está. No es lo mismo un local en el que haya terraza exterior y puedas salir fuera de vez en cuando aunque haga frío a tomar el aire que un local cerrado y lleno hasta la bandera; tampoco es lo mismo una vivienda, donde la calefacción suele estar puesta toda la noche, que un recinto de techos altos donde es posible que necesites una capa gruesa pese a estar de fiesta; y, por supuesto, ni mucho menos es igual disfrutar de un evento navideño en Canarias, por poner un ejemplo cercano, a hacerlo en Valladolid. Basta con mirar el tiempo el día anterior para entenderlo.
El error en estos casos suele ser que la gente se abriga de más, por lo que acaba la noche deshaciendo el look y haciendo que este pierda todo el sentido, o mostrando capas interiores cuya elección no se habían planteado porque no entraba en los planes mostrarlas, o directamente, sudando. Y es que los jerseys de cuello vuelto son de las prendas que mejor sientan a un hombre, pero con la calefacción puesta toda la noche son peores que echarse una manta en verano. Si quieres elegirlo, opta por un modelo de punto fino para evitar la sudoración excesiva.
En definitiva, no se trata de limitar el estilo de personal de cada uno, sino al revés, tratar de legitimar esa libertad creativa de cada persona a la hora de elegir atuendo que es la verdadera gracia de la moda pero advirtiendo de la importancia de pensar siempre más allá de las prendas que te vas a poner, porque el contexto es tan decisivo como el propio look. Son un binomio inseparable y dependen el uno del otro para que sean un éxito.
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