Cómo reparar la piel dañada después del afeitado

Como explica Anna Fuster, máster en Dermofarmacia y fundadora de la marca Two Poles, «el afeitado al final es una forma de exfoliación, una agresión a la piel bastante fuerte, y aunque pases la cuchilla a ras de pelo, si la pasamos con un poquito de fuerza y a base de hacer varias pasadas, lo que estamos haciendo es levantar la piel. Esto ocurre ya que la última capa de la piel, que es la epidermis, tiene células muertas y al arrastrarlas con la cuchilla podemos llegar a capas más profundas de la piel, generando micro cortes y por tanto irritación. También puede generarse a raíz de la foliculitis, que aparece al enquistarse algún pelo por un tapón de queratina y acumular bacterias que acaban infectando el pelo e irritando la zona».

El problema es que el afeitado es, para muchos hombres, una necesidad a diario. Por eso hay que poner especial atención tanto en la preparación previa de la piel, como en los cuidados posteriores, para minimizar la agresión, y evitar que las molestias puedan convertirse, incluso, en rojeces. Anna Fuster aconseja «limpiar bien la cuchilla, cambiarla regularmente y cuidarse muy bien la piel antes y después del afeitado con productos que contengan ingredientes indicados». Para empezar, el mejor momento para afeitar la piel es por la mañana, después de la ducha, «cuando has estado un rato bajo el agua caliente, la piel se ablanda un poco y el pelo también por lo que será mucho más sencillo de afeitar y no requerirá de hacer tanta fuerza».

El farmacéutico Eduardo Senante, titular de farmaciasenante.com, apunta a otro truco que ayuda a minimizar la irritación: sustituir la espuma o crema de afeitado por un gel limpiador facial con ingredientes emolientes, hidratantes y calmantes. Según el experto «con un gel de limpieza facial proteges e hidratas muchísimo más tu piel, nos va a permitir una mayor duración de la espuma sobre la barba así como una mayor suavidad de la misma, proporcionándonos unos resultados de afeitado excelentes». A la hora de elegir el limpiador facial para el afeitado, Eduardo Senante recomienda «un producto que incluya en su fórmula ingredientes hidratantes, lubricantes y suavizantes, para ayudar así a que el proceso de afeitado sea correcto, placentero y sin riesgo de cortes o irritaciones. También, tenemos que tener en cuenta ingredientes emolientes e hidratantes como el escualano, la glicerina o el extracto de malva; y calmantes como la alantoína, el pantenol o el aceite de aguacate. Y si en su formulación incluye ingredientes que nos ayuden a limpiar el poro en profundidad como la caléndula o el ácido salicílico, siempre será un plus que nos va a ayudar a evitar la aparición de granitos y pelos enquistados».

Y después del afeitado, toca hidratar la piel y repararla. Anna Fuster explica que «los tónicos son un clásico, pero hay algunos cargadísimos de alcohol y esto provoca más picor, escozor e irritación. Por ello es mucho más recomendable utilizar cremas hidratantes que sean muy emolientes y calmantes con ingredientes como las ceramidas, la manteca de karité, el ácido hialurónico o la niacinamida que ayudan a calmar la piel. Estos ingredientes además ayudan a reforzar la función barrera que se ve afectada tras el afeitado». Si, además, sufres foliculitis, entonces la experta también aconseja incorporar a la rutina productos que ayuden a exfoliar, con ingredientes como el ácido salicílico, y antibacterianos para reducir la infección, como el ácido azelaico.