Cómo evitar el síndrome 'overfilled' o la cara hinchada que luce Tom Cruise tras sus últimos retoques
El actor sorprendió con una nueva imagen, muy comentada en redes sociales, fruto del exceso de rellenos
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Tom Cruise es uno de esos famosos, junto a Brad Pitt, entre otros, que superan los 60 años y que parecen no envejecer. Sin embargo, en su última aparición pública, su rostro demasiado redondo e hinchado se convirtió en objeto de debate en las redes sociales y los medios de comunicación. El actor protagonizó un anuncio previo a la Super Bowl, donde lucía una cara más joven, pero también más redonda, con las facciones menos marcadas. Aunque podría deberse a un aumento de peso, varios doctores americanos aseguraron en un artículo publicado en el Daily Mail que el nuevo rostro es fruto de los rellenos. Tom Cruise parece haber caído en el conocido como síndrome 'overfilled', es decir, un abuso de materiales y productos de relleno.
¿Qué es el síndrome 'overfilled'?
Una de las consecuencias del mal uso de la medicina estética son las caras hinchadas que se conoce como síndrome 'overfilled'. La doctora Conchita Pinilla, especialista en cirugía plástica, explica que se trata de un problema que «ocurre cuando los volúmenes del rostro, especialmente los del tercio medio, se ven desproporcionados por culpa de infiltraciones excesivas, que no respetan los tiempos, no han sido colocadas en el lugar correcto, y a menudo por una adicción de la paciente a los rellenos».
Es importante aclarar que las caras hinchadas suelen ser fruto del abuso de tratamientos con materiales de relleno, como el ácido hialurónico, y no por el uso de toxina botulínica (el popular bótox), ya que este último no aporta volumen, sino que su función es paralizar el músculo sobre el que se aplica.
Según la doctora Pinilla, «el relleno tiene una función: aportar la estructura ósea necesaria para que se envejezca más despacio (con la edad esta se reabsorbe), y por lo tanto tiene que ser natural. La desproporción del volumen especialmente en pómulos y mejillas es producto de varias cosas». Entre esas cosas, la experta cita: «adicción del paciente o un protocolo inadecuado por parte del profesional». En general, el ácido hialurónico, el material de relleno más habitual en la actualidad, proporciona resultados naturales y temporales, ya que es un producto reabsorbible, pero si no se respetan los tiempos de aplicación (generalmente hay que esperar alrededor de 6 meses) sí puede provocar esas caras hinchadas.
Hace años se usaban materiales de relleno que no se reabsorbían (como la silicona), que sí provocaban esa hinchazón, pero ahora ya no están permitidos. La doctora Mar Lázaro, especialista en medicina estética, señala la diferencia entre los rellenos de antes y los de ahora. «Antiguamente se ponían demasiados viales, entre 8 y 15 por sesión, ya que se buscaban pómulos exagerados. Además, acababan pesando, especialmente en la zona del tercio medio; ahora vemos las consecuencias. Por suerte la tendencia actual aboga por la naturalidad y el menos es más. Por otro lado hay cierta genética que parece predisponer al incremento de volumen al realizar una infiltración. Y por último, hay pacientes a los que las infiltraciones no se les reabsorben por completo, de ahí la importancia del diagnóstico personalizado».
¿Cómo evitar las caras hinchadas?
Confiar en el buen criterio de los profesionales de la medicina estética es importante para no caer en el síndrome 'overfilled'. Estos aconsejarán el mejor plan de tratamiento para eliminar las arrugas o la flacidez, sin un cambio drástico en la forma de la cara. La doctora Beatriz Beltrán, experta en medicina estética, comentó que «los profesionales no solo podemos pensar en el resultado inmediato, que tiene que ser excelente, debemos tener en cuenta también la repercusión de los tratamientos a largo plazo. Atiendo muchos casos de pacientes descontentos que buscan revertir infiltraciones excesivas e inadecuadas de 'fillers'. Ya no quieren tener un aspecto antinatural, como unos labios demasiado llenos y líneas de mandíbula exageradas".
Respetar los tiempos es esencial, además hay otros tratamientos alternativos a los rellenos que también ayudan a rejuvenecer el rostro como los inductores de colágeno, aunque no tienen un efecto tan inmediato en las arrugas. El doctor Carlos Gómez, especialista en medicina estética, propone el lifting líquido. «Se habla de lifting líquido porque una vez aplicados los estimuladores de colágeno, no sólo van a reponer los volúmenes que perdemos con el paso del tiempo, mejorando de este modo el soporte de los tejidos blandos y devolviéndolos a su posición natural, sino que, además, regeneran el colágeno y la elastina mejorando la firmeza».
El doctor Gómez apuesta por los bioestimuladores a la hora de reponer los volúmenes del rostro. «Una de las principales ventajas con respecto a otras técnicas que existen en el mercado es el tipo de colágeno que crea, ya que estimula la producción de colágeno tipo 1, que es más vascularizado y elástico. Además, ofrecen beneficios añadidos como la mejoría en la calidad de la piel. Por otra parte, los inductores de colágeno se pueden aplicar en un plano profundo (periostio o hueso) para reponer volúmenes perdidos, así como en un plano más superficial (subcutáneo) para estimular el colágeno de nuestra piel».
Sin embargo, al doctora Beltrán advierte de que tampoco hay que excederse con los bioestimuladores. Mientras que el ácido hialurónico sí tiene un 'antídoto', que puede disolver el exceso, los inductores de colágeno no lo tienen. «Es importante aclarar que no podemos disolver los estimuladores de colágeno, como hidroxiapatita cálcica, policaprolactona y ácido polilactico; ni los rellenos de grasa autóloga. Como no hay antídoto para ellos la mejor solución es recurrir a médicos con mucha experiencia porque su efecto no se puede revertir».
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