Los vapeadores reducen a los 11 años el primer contacto con la nicotina

El presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), Andrés Zamorano, advirtió el pasado jueves sobre el impacto de estos productos en este grupo de la población, y remarcó que están adelantando la edad de inicio en la nicotina.

«No son inocuos y consiguen fumadores a edades cada vez más jóvenes. Si la edad media del primer contacto con el tabaco convencional está en los 14 años, con los vapeadores y cigarrillos electrónicos estamos viendo cómo hay chicos y chicas que tienen su primer contacto con la nicotina a los 11 años o incluso antes«, apuntó en XIII Congreso del CNPT, celebrado en el marco de la novena Conferencia Europea sobre Tabaco o Salud (ECTOH).

Durante el transcurso del congreso, Beatriz Martín, de la Fundación de Ayuda a la Drogadicción (FAD), alertó de que «el consumo de vapeadores ha crecido exponencialmente entre los jóvenes de 14-18 años por la falta de regulación y la falsa creencia de que no provocan daño». En esta línea apuntaba Adelaida Lozano, trabajadora de Salud Pública de la Región de Murcia,que incidió en la necesidad de «reorientar los enfoques de la prevención al incremento en el consumo de vapeadores y cachimbas«.

Los expertos participantes en el congreso denuncuiaron los grandes daños que genera el tabaco. Por ejemplo, Regina Izquierdo, de la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración, afirmó que «el consumo de tabaco está relacionado con el 90 por ciento de los casos de cáncer oral». En la misma línea, Cristina Macía, de la Sociedad Española de Reumatología, ha asegurado que «el tabaco multiplica por cuatro el riesgo de desarrollar una patología reumatológica».

En base a toda esta información, la responsable de la Evaluación y Prevención de la Unidad de Consumo de Drogas del Gobierno de Castilla y León y profesora asociada en la Universidad de Valladolid, Susana Redondo, aseguró entre otras cosas que la decisión de levantar la prohibición de fumar en las terrazas tras la pandemia por parte de la mayoría de las autonomías «ha sido un paso atrás en la lucha contra el tabaquismo».