La tarde que nunca se olvidará en Catarroja, el último pueblo al que ha llegado la ayuda: «Pensé que no volvería a ver a mis padres»

En esta última localidad, agradecen la ayuda recibida por parte de los voluntarios y se esfuerzan en limpiar todos los destrozos pero todavía siguen recordando el terror que se vivió la tarde del martes cuando un torrente de agua arrasó el pueblo sin que los vecinos tuvieran tiempo a poder refugiarse.

Una de esas personas que no pudo ponerse a salvo fue Guadalupe, trabajadora de una farmacia en Catarroja, cruzó al estanco que hay en la calle de enfrente y el agua llegó en unos pocos instantes. Se vio con el agua al cuello y gracias a la presión de la corriente, la puerta del estanco se abrió y pudo nadar hasta un portal cercano y subir al último piso.

No es la única que se pudo salvarse en el último momento, José y Asunción, dos ancianos vecinos de Catarroja, fueron al barranco a ver la crecida sin imaginarse el nivel que iba a alcanzar. En los diez minutos que tardaron en volver a su casa, el agua apareció por su calle y pese a los primeros intentos de poner una tabla con yeso en su puerta para que no entrase, el nivel creció descontrolado y tuvieron que subir rápidamente al piso de arriba para no ahogarse. La marca del nivel que alcanzó el agua en su casa es 10 centímetros más alta que ella.

Puedes ver los testimonios completos en el vídeo que acompaña a esta noticia.