«Quería cuatro hijos, pero no se puede»

L. DANIELE

Jennifer y Nelson llegaron desde República Dominicana hace cuatro años, tienen tres niños y si no fuera por la crisis ya estarían buscando el cuarto. «Cuando tuve a la última no me ligué las trompas pensando en que podía tener otro, pero con la situación ... de ahora no se puede. Todo ha aumentado y es más complicado», comenta Jennifer, mientras se prepara para cumplir con la rutina de sacar a sus pequeños de diez, seis y dos años al parque. Tanto ella como su marido están acostumbrados a las familias numerosas. Ella tiene seis hermanos y Nelson siete. «Nuestro objetivo principal es tener un hogar, pero el hogar no se llena si no se tienen los hijos», asegura esta mujer de 34 años, de profesión abogada y que se ha tenido que buscar la vida con trabajos temporales de administrativa. «Ahora cuido de mis hijos hasta que encuentre un empleo de tiempo indefinido», señala. No son buenos tiempos para las familias numerosas. Nelson trabaja doce horas para sacar adelante a los suyos. Se reparte entre el McDonald's y el Vips. «Los compañeros de mi marido siempre le dicen que tres son muchos, pero a los dos nos gustan las familias grandes», añade Jennifer, convencida de que los inmigrantes han ayudado estos últimos años a elevar el índice de natalidad por una cuestión cultural. «Tenemos una visión de la familia muy diferente».

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