El presidente de Aragón pide a Francisco que rehabilite al Papa Luna

Antes de la audiencia general de este miércoles, el Papa Francisco se ha reunido veinte minutos en su estudio junto a la sala de audiencias Pablo VI con Labán y Escribano. «Refrendando una petición que anteriormente habían hecho los obispos aragoneses, he venido a pedirle al Papa que como el año que viene es el 600 aniversario del fallecimiento del Papa Luna, rehabilite su figura», ha asegurado el presidente aragonés a la prensa.

Lambán ha explicado al Pontífice que su predecesor Benedicto XIII, mejor conocido como el Papa Luna, fue «un pontífice aragonés que en momentos de cismas fue tildado de antipapa y arrastra esa imagen infamante de ser un Papa contra la Iglesia, una imagen que no refleja la realidad».

Aunque el presidente no ha precisado en qué consistiría esa rehabilitación que solicitan, pues «es algo que tiene que decidir la Iglesia católica», ha mencionado que le gustaría que fuera «incorporado con normalidad a la serie de Papas que ha tenido la Iglesia, que se recupere el respeto que se tiene a cualquier pontífice del pasado, y se nos dé la oportunidad de celebrarlo por todo lo alto».

Del Papa Luna ha destacado que «como buen aragonés era un hombre terco, pero de los más sabios y cultos de su tiempo. Una persona de una inteligencia sobresaliente, que se empeñó en mantener contra viento y marea aquello en lo que él creía. Por eso, cuando se dice 'estar en tus trece', se están refiriendo a Benedicto XIII quien estaba tan convencido de lo que había que hacer, que lo llevó hasta el final con todas las consecuencias. Y yo creo que el tiempo le ha dado la razón». Se refería a su «terca» negativa a renunciar al papado a pesar de las presiones del rey de Francia, en un momento en el que llegó a haber tres pontífices al mismo tiempo.

«Además fue el artífice del gran «Compromiso de Caspe» a principios del siglo XV, que es alguna forma el embrión de la futura unión de España entre Isabel y Fernando», ha destacado Lambán.

Por su parte, el arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano, ha subrayado que «mirar al pasado nos permite construir un futuro el más fraterno y arraigado en cuestiones que realmente son importantes». Asegura que el Papa les ha «comprendido y alentado, ha sido una reunión muy fructífera» y que les ha aconsejado dirigirse a los dicasterios correspondientes de la Curia Vaticana para abordar el proceso de revisión.

«Creo que se ha tomado interés», ha subrayado Javier Lambán. «Los ritmos de la Iglesia en la toma decisiones son ritmos pausados, pero me da la impresión de que es un contencioso de siglos que a lo mejor se podría resolver en fechas no necesariamente lejanas», ha añadido.

Curiosamente, el Papa les ha confiado que su abuela le enseñó a cantar una jota aragonesa, y la ha recitado con acento argentino: «La Virgen del Pilar dice, que no quiere ser francesa, que quiere ser capitana, de la tropa aragonesa». Quien sabe si era un guiño a Benedicto XIII, el Papa Luna. A pesar de que era el único cardenal nombrado antes del Cisma de Occidente, y de ser elegido con los votos de 20 de los 21 cardenales que participaron en el cónclave, el rey francés se opuso a su nombramiento por ser súbdito de la Corona de Aragón y porque no podía influir sus decisiones.

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Enterrado como antipapa, quizá ahora su recuerdo cambie para siempre. En ese caso, Joseph Ratzinger sería Benedicto XVII, pero eso es aún más difícil que ocurra.