El Papa Francisco tiene síntomas de insuficiencia renal, por ahora bajo control

El parte médico confirma que no se han presentado nuevas crisis respiratorias, que ha reaccionado bien a la transfusión de sangre y que la trombocitopenia, falta de plaquetas, permanece estable. También sigue necesitando a momentos alternos cánulas nasales de oxígeno de alto flujo. Los análisis aún no permiten saber si está respondiendo a la terapia farmacológica.

«El estado del Santo Padre sigue siendo crítico; sin embargo, no ha vuelto a tener crisis respiratorias desde anoche. Se ha sometido a las dos unidades de hematología concentrada con beneficio y su valor de hemoglobina ha aumentado. Su trombocitopenia se ha mantenido estable; sin embargo, algunos análisis de sangre muestran una insuficiencia renal inicial, leve, que actualmente está bajo control. Continúa la oxigenoterapia de alto flujo a través de cánulas nasales», recita el parte médico.

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Javier Martínez-Brocal | Corresponsal en el Vaticano

«El Santo Padre continúa despierto y consciente. La complejidad del cuadro clínico, y la espera necesaria para que las terapias farmacológicas den algún resultado, hacen que el pronóstico siga siendo reservado», añade.

«Durante la mañana, en el piso habilitado en la 10ª planta, asistió a la Santa Misa, junto a quienes le están cuidando durante estos días de hospitalización». Significa que participó con algunas otras personas, no él solo ni acompañado sólo por sus secretarios.

Esta mañana, fuentes vaticanas ya habían explicado que el Papa se había recuperado de la crisis respiratoria del sábado y que le estaban realizando nuevas pruebas para determinar si estaba respondiendo a la terapia. También decían que no está recibiendo visitas.

Además, en vez del ángelus, el Papa Francisco había enviado a mediodía un mensaje escrito en el que aseguraba que continúa «con confianza la convalecencia», agradece los mensajes de cercanía y por otro lado califica la guerra en Ucrania como «acontecimiento doloroso y vergonzoso para toda la humanidad». Por el tono, el texto probablemente fue escrito entre el jueves y el viernes, aunque el Papa Francisco lo habría aprobado antes de su publicación.

«Continúo con confianza mi hospitalización en el Policlínico Gemelli, siguiendo con los tratamientos necesarios; ¡y el descanso también forma parte de la terapia!», comenzaba. «Doy las gracias de corazón a los médicos y al personal sanitario de este hospital por la atención que me están demostrando y por la dedicación con la que realizan su servicio entre las personas enfermas», añadía.

También en el mensaje destacaba que «en estos días me han llegado muchos mensajes de afecto y me han impresionado especialmente las cartas y dibujos de los niños. ¡Gracias por esta cercanía y por las oraciones de confortación que he recibido de todo el mundo!». La oficina de prensa ha mostrado algunos de ellos, escritos por niños italianos.

A lo largo del día, grupos de decenas de personas se concentraban bajo su ventana en el Policlínico Gemelli para rezar por él y hacerle sentir su cercanía.

A primera hora del domingo, el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni había comunicado que el Papa pasó «una noche tranquila y ha descansado», después de que horas antes el boletín médico había desatacado que pasó el día «con más dolor».

El boletín médico del sábado por la noche subrayó que el estado clínico del Papa «sigue siendo crítico» y explicó que había tenido una crisis respiratoria prolongada y que necesitó una transfusión de sangre para afrontar la caída de plaquetas relacionada con la anemia.