El Papa se despide de Indonesia con una misa ante 100.000 personas: «Os animo a sembrar amor con la Palabra de Dios»
«No os canséis de soñar y de seguir construyendo una civilización de paz», solicitó el Pontífice a todos los fieles que le recibieron en el estadio Gelora Bung Karno
El gran imán de Yakarta besa la frente del Papa Francisco

El Papa se despidió de Indonesia con una misa multitudinaria en Yakarta ante unas 100.000 personas, muchos de los cuales tuvieron que conformarse con verlo en pantallas gigantes en los alrededores del estadio nacional. «No os canséis de soñar y de seguir construyendo ... una civilización de paz», les solicitó como legado de esta visita.
Entre las miles de personas que lo recibieron en el gran estadio Gelora Bung Karno estaba el presidente Joko Widodo, musulmán, quien asistió a la ceremonia desde la grada acompañado por cuatro ministros. El Papa entró en papamóvil, con música techno de fondo y una canción con letra en español que repetía «Bienvenido Papa Francisco». Luego, las pantallas solicitaron silencio para que los peregrinos pudieran prepararse para la misa.
«Os animo a sembrar amor con la Palabra de Dios, a recorrer confiados el camino del diálogo, a seguir manifestando vuestra bondad y amabilidad con la sonrisa típica que los caracteriza, para ser constructores de unidad y de paz. Y así difundiréis el perfume de la esperanza en su entorno», les dijo el Papa en la homilía. Y para que no reduzcan esta visita a un bonito episodio espiritual, les recordó que el Evangelio «no puede permanecer como una bonita idea abstracta, o suscitar sólo la emoción del momento, pues nos pide que cambiemos nuestra mirada, que nos dejemos transformar el corazón a imagen del de Cristo».
Después de la misa, parecía que a Francisco le costaba abandonar el estadio. Un poco conmovido, se detuvo a saludar a las personas unos instantes junto al altar. «Mi visita en medio de ustedes llega a su fin y quiero expresar mi alegre gratitud por la exquisita acogida que me han brindado. La renuevo al señor Presidente de la República, aquí presente, a las demás autoridades civiles y a las fuerzas del orden, y la hago extensiva a todo el pueblo indonesio», dijo entre aplausos.
«No hay sitio en el estadio para todos los católicos»
A la Eucaristía, celebrada junto a los 50 obispos del país, acudieron también católicos de los países vecinos. «Querían venir todos desde el Borneo, pero no hay sitio en el estadio para todos los católicos», explicaba a ABC el obispo indonesio Valentinus Saeng llegado desde esa isla. «Desde el punto de vista religioso, para nosotros es un momento histórico, porque la mayoría de las personas en Indonesia son musulmanas. Significa mucho para nosotros que haya venido y nos da ánimos para continuar con el diálogo».

A Indonesia el cristianismo llegó de mano de misioneros portugueses a principios del siglo XVI, al menos siete siglos después de que comerciantes árabes llevaran el islam a esta zona. Por eso, el vocabulario religioso deriva del árabe, como las palabras Dios, «Alá», o el inicio del Ave Maria, «Salam María». Los católicos en Indonesia son sólo un 3,1% de la población. Sin embargo, son un número considerable, y suman 8.600.000 personas, más de los que hay en países como Irlanda o Costa Rica.
Se trata de una Iglesia que no hace proselitismo, pero eso no significa que no haya bautizos de adultos. Entre los cientos de peregrinos que esperaban a Francisco estos días por las calles de Yakarta atrajo todas las miradas un «pequeño Papa», un niño de 6 años vestido de Pontífice. El niño aseguraba a los periodistas que de mayor sueña con ser obispo de Roma. Su historia es curiosa porque su madre es una musulmana convertida al catolicismo, una decisión que en un país musulmán del Golfo Pérsico habría podido tener graves consecuencias pero que aquí se ve con normalidad.
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