El Papa anuncia 21 nuevos cardenales, pero entre ellos no hay ningún español

Técnicamente, el Papa «crea» nuevos cardenales, pues no los nombra por méritos especiales. Aunque sorprende la ausencia de españoles, era complicado que Francisco los incluyera en su lista, pues ya tienen la púrpura los obispos de las diócesis cardenalicias y los españoles que presiden dicasterios.

La última vez que no hubo un español en la lista de nuevos purpurados fue en el consistorio que celebró Benedicto XVI el 24 de noviembre de 2012. Juan Pablo II, elegido Papa en 1978, no nombró ningún cardenal español hasta 1985, cuando impuso la púrpura a Ángel Suquía. Lo cierto es que el Papa Francisco ha nombrado cardenales españoles en los 9 nueve consistorios que hasta ahora había convocado.

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En cualquier caso, España, con sus 10 cardenales menores de 80 años, seguirá siendo el segundo país con más electores en un eventual cónclave, empatado con EE.UU. Los supera solo Italia, que el 8 de diciembre tendrá 18. Tras ellos están Brasil, con 7; Francia, con 6; e India, con 5.

La edad media de los nuevos cardenales electores es sorprendentemente baja 58,9 años. El más joven tiene 44 y el mayor 79. Significa que Francisco apuesta por cardenales de «largo recorrido», ya que cuando un purpurado cumple 80 años pierde el derecho a entrar en un cónclave. Con una edad media tan baja, tienen posibilidades de participar en más de uno. También sorprenden sus países de procedencia.

El Papa ha nombrado siete nuevos cardenales europeos: el nuncio italiano Angelo Acerbi, de 99 años; Ladislav Nemet, arzobispo de Belgrado (Serbia), de 68 años; al arzobispo de Turín (Italia) Roberto Repole, de 57 años; al nuevo vicario de la diócesis de Roma, Baldassare Reina, de 53 años; el lituano Rolandas Makrickas, arcipreste de la basílica de Santa María la Mayor, de 52 años; el teólogo dominico londinense Timothy Radcliffe, de 79 años; y Fabio Baggio, de 59 años, que supervisa las iniciativas del Vaticano de ayuda a migrantes.

De América Latina ha seleccionado cinco arzobispos latinoamericanos como Carlos Gustavo Castillo de Lima (Perú), de 74 años; Luis Gerardo Cabreara, de Guayaquil (Ecuador), de 68 años; y Fernando Chomalí, de Santiago de Chilede 67 años. También el primado argentino, Vicente Bokalic Iglic, arzobispo de Santiago del Estero, de 72 años y Jaime Spengler, arzobispo de Porto Alegre que preside la Conferencia episcopal de Brasil y el Celam, y que tiene 64 años.

De Norteamérica hará cardenal sólo al arzobispo de Toronto Francis Leo, de 53 años, que trabajó en la carrera diplomática en el Vaticano. Hará tres cardenales de Extremo Oriente: Tarcisio Isao Kikuchi, arzobispo de Tokio (Japón), de 65 años; Pablo Virgilio Siongco David, obispo de Kalookan y presidente de la Conferencia episcopal del Filipinas, de 65 años; a Paskalis Bruno Syukur, obispo de Bogor, en Indonesia, de 62 años.

De Asia también están el indio George Jacob Koovakad, organizador de los viajes papales, de 52 años; y de Oriente Medio, ha nombrado cardenal al arzobispo de Teherán, el franciscano belga Dominique Joseph Mathieu, de 61 años.

De África hará cardenal al primado de Costa de Marfil, Ignace Bessi, arzobispo de Abiyán, de 63 años; al arzobispo de Alger (Argelia), el francés Jean-Paul Vesco, de 62 años.

De Australia ha nombrado al ucraniano Mykola Bychok, de 44 años, que es de la Iglesia greco católica ucraniana.

Con esta ceremonia superará el número de consistorios organizados por su predecesor Juan Pablo II, que hizo sólo nueve. Sin embargo, habrá nombrado 163 cardenales, muchos menos respecto a los 231 que hizo Juan Pablo II. «Su origen expresa la universalidad de la Iglesia, que sigue proclamando el amor misericordioso de Dios a todos los hombres de la tierra. Su inclusión en la diócesis de Roma manifiesta, pues, el vínculo inseparable entre la Sede de Pedro y las Iglesias particulares esparcidas por el mundo», ha explicado.