La pandemia dispara las muertes por suicidio en España

Así lo revela la primera radiografía epidemiológica de la mortalidad por suicidio en nuestro país durante las dos últimas décadas, basada en los datos que maneja el consorcio SURVIVE, integrado por profesionales de la salud mental e investigadores de distintos hospitales, universidades y centros de investigación de España, y el análisis pormenorizado de los fallecimientos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) entre los años 2000 y 2021.

El informe, presentado ayer en Madrid, constata la creciente cifra de fallecimientos por esta causa desde 2018 y el repunte registrado coincidiendo con los años de impacto de la pandemia, especialmente durante 2021.

«Aunque ha habido algunos picos de mortalidad antes de 2018, probablemente efecto de la crisis económica, el cambio de tendencia se produjo a partir de ese año. Las muertes por suicidio han aumentado de forma exponencial en estos últimos cuatro años y la crisis sanitaria ha agravado sin duda el problema«, señala en declaraciones a ABC el doctor Víctor Pérez, jefe de Psiquiatría del Hospital del Mar de Barcelona, que forma parte del consorcio SURVIVE, e investigador principal del estudio.

El experto subraya como dato más preocupante de la investigación el impacto de los suicidios entre la población de origen inmigrante. «Nos preocupa que la tasa de mortalidad registrada en 2021 sea un seis por ciento superior a la de hace cuatro años en la población general, pero, sin duda, el dato más llamativo es que la población diana ha sido la inmigrante, en la que las muertes han aumentado en el mismo período cuatro veces más, un 25 por ciento«. Las razones que subyacen tras el dato son básicamente socioeconómicas, según los investigadores.

«Sabíamos que la población inmigrante era una población frágil con respecto al efecto de la pandemia porque estaba menos protegida socialmente. Los datos del informe lo corroboran«, señala Pérez.

«Si no tienes un trabajo fijo, cierta estabilidad económica, si no tienes Seguridad Social ni acceso a un especialista que cuide tu salud mental sufres mucho más los efectos de la pandemia. No es lo mismo tener un sueldo seguro a final de mes y cumplir las medidas derivadas de la pandemia que tener que trabajar y no tener esa protección. Eso afecta sin duda a la salud y a la estabilidad mental«, precisa el investigador, quien señala la necesidad de, a partir de los datos del informe, »dirigir políticas específicas de prevención del suicidio entre este colectivo«.

Desde el año 2000, el estudio identifica dos períodos particularmente impactantes en la salud de los españoles: la crisis económica que arrancó en 2008 y cuyos efectos se arrastraron hasta 2014, y la pandemia por Covid-19, cuya fecha de comienzo se estima en enero de 2020.

Últimos datos del suicidio en España

Tasa de mortalidad por suicidio, 2000-2021

Números de suicidios por 100.000 habitantes

8,4

8,39

8,36

8,31

8,31

8,21

8,12

7,90

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Evolución

Por mes / En número de suicidios

2019

2020

2021

400

380

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O

N

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Tasa de mortalidad por suicidio por provincias

Superior

a la media

Más de 10 por 100.000 hab.

Inferior a la media

Fuente: Ciber Sam, UCM / ABC

Últimos datos del suicidio

en España

Tasa de mortalidad por suicidio,

2000-2021

Números de suicidios por 100.000 habitantes

8,39

8,4

8,36

8,31

8,31

8,21

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Por mes / En número de suicidios

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Tasa de mortalidad por suicidio

por provincias

Superior

a la media

Más de 10

por 100.000 hab.

Inferior

a la media

Fuente: Ciber Sam, UCM / ABC

Al margen de pequeñas fluctuaciones que los especialistas consideran «normales», los datos reflejan un sostenido aumento de las muertes por suicidio desde 2018. Entre ese año y 2021 crecieron un 6.7 por ciento entre los hombres y un 6,5 por ciento entre las mujeres, desprendiéndose un crecimiento más uniforme en hombres a lo largo de los años de la pandemia y más acusado en mujeres en 2020.

En relación al país de origen, se observa un incremento anual del 6.5 por ciento en personas nacidas en España entre 2018-2021 y del 24.3 por ciento en personas nacidas fuera. Se observa, asimismo, que después de un pico de suicidios en el año 2000, con 8,39 muertos por esta causa por cada 100.000 habitantes, se produce un descenso progresivo durante la década siguiente hasta alcanzar un mínimo de 6,72 en 2010. A partir del año siguiente, probablemente fruto del impacto que se arrastra de la crisis económica, se invierte la tendencia y se alcanzan los 8,36 en 2014, prácticamente el mismo número al que se había llegado al principio de la década de los 2000 y que se superaría durante el segundo año de pandemia.

En relación a grupos de edad, la población más afectada es la de entre 40-64 años (las muertes aumentaron un 7,7 por ciento entre 2008 y 2021) y también se quitaron más la vida las personas que viven en áreas urbanas de más de 100.000 personas y en capitales de provincia. El incremento anual de personas fallecidas por esta causa en grandes ciudades es del 10.9 por ciento entre 2018 y 2021 y del 6 por ciento en ciudades capital de provincia.

En el primer año de emergencia sanitaria, en 2020, un total de 3.941 personas fallecieron por suicidio en España, lo que representa un aumento del 3.6 por ciento en relación a 2019 y del 5.5 por ciento con respecto a 2018. En 2021, murieron 4.003 personas, lo que supone un aumento del 0.8 por ciento respecto al año anterior, un 4.4 por ciento respecto a 2019 y un 5.5 por ciento en relación a 2018. Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, del Centro de Investigación Biomédica en Red-Salud Mental (CIBERSAM) y del Hospital del Mar de Barcelona señalaron ayer durante la presentación del informe al año 2021 como el de los datos más preocupantes.

Según las cifras que emanan del estudio, once personas fallecieron al día por suicidio en España en 2021, lo que supone una tasa cruda de mortalidad por suicidio de 8.45 fallecidos por cada 100.000 habitantes. Asimismo, tres de cada cuatro personas que fallecieron por suicidio en ese año (un total de 2.982 casos) eran hombres. Por edades, la mitad de los fallecidos tenía entre 40 y 64 años. No se observó ningún caso de muerte por suicidio en menores de 10 años en esos 12 meses

En relación al país de procedencia, el 87 por ciento de las personas fallecidas (un total de 3.490) son nacidas en España; el resto, un 12.7 por ciento nacieron en otros países. En relación al lugar de residencia de los fallecidos, un 32 por ciento de las personas fallecidas vivían en capitales de provincia, casi un cuarto de ellos en zonas rurales (municipios de menos de 10000 habitantes) o municipios urbanos de entre 10001-50000 habitantes (24.6 y y 24.7 por ciento, respectivamente).

El resto, vivían en ciudades grandes (más de 50000 habitantes, no siendo capital de provincia). «Sabemos que en las capitales de provincia y las ciudades con más habitantes son en las que la implantación de las medidas de control de la pandemia han dado lugar a una mayor alteración de la vida cotidiana, eso podria explicar el aumento de muertes«, arguyen los expertos.

Por lo que respecta a la distribución geográfica, las tasas más altas de mortalidad por suicidio (superiores a 10 por cada 100000 habitantes) se registraron en Galicia (todas las provincias), en Asturias, Castilla y León (provincias de Zamora, León, Palencia, Burgos y Ávila), Aragón (Teruel y Huesca), Cataluña (provincias de Gerona y Tarragona) y Andalucía (provincias de Córdoba, Jaén, Málaga y Granada).

Por provincias, los puntos negros se localizaron en Jaén (13.1 fallecimientos por suicidio por cada 100.000 habitantes), Zamora (14.2 por cada 100.000 habitantes) y Lugo (15.6 por cada 100.000 habitantes). Según el estudio, el 52 por ciento de las comunidades sobrepasan la media de mortalidad por suicidio mundial, indicada por la Organización Mundial de la Salud para 2019 (9 fallecidos por cada 100000 habitantes).

Por contra, las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, y las provincias de Guadalajara y la Comunidad de Madrid, presentan las tasas más bajas del estado. «En cuanto a localización geográfica el impacto es mayor en la cornisa cantábrica y en algunas localidades andaluzas como Jaén», señala el psiquiatra. «No hay causas claras que expliquen por qué hay más muertes por suicidio en unas comunidades o provincias que en otras. Solo elucubraciones. Podrían influir factores genéticos; cuestiones socioeconómicas, aunque en las comunidades más afectadas no parece que se dé la circunstancia, y también factores de imitación. Es decir, que haya antecedentes en un territorio y se actúe por imitación. Solo son especulaciones«, precisa Víctor Pérez.

«Nuestra tasa de mortalidad se acerca peligrosamente a la media mundial marcada por la OMS», señalan los expertos, quienes advierten también de que «las expectativas no son nada prometedoras, dado que se espera que la tendencia creciente se mantenga también en el año 2022, a juzgar con los datos preliminares que ya liberó el Instituto Nacional de Estadística«.

En este sentido, los autores de la investigación reclaman «medidas de calado para ir doblegando la curva de crecimiento que está experimentando la mortalidad por suicidio en España, principalmente teniendo en cuenta que el suicidio es una causa de muerte evitable y un problema de salud pública de especial calado en nuestro país«. »Es importante dirigir planes específicos de prevención hacia aquellos colectivos más vulnerables y aquellos territorios en los que los datos señalan un riesgo más alto de fallecimiento por esta causa«, concluye el responsable del Servicio de Psquiatría del Hospital del Mar.

El estudio ha sido financiado por el Instituto de Salud Carlos III y cofinanciado con fondos europeos de desarrollo regional (FEDER), 'una manera de hacer Europa', dentro de las acciones de investigación del consorcio SURVIVE.

Del análisis del impacto del suicidio en estas dos últimas décadas en España se llega a otra conclusión: que la punta de muertes se da en verano, en los meses más cálidos del año. Se repite así el mismo patrón estacional que en otros años. De hecho, julio es el mes donde se registran más fallecidos en 2021, superándose los 400 en un solo mes. Por otro lado, en prácticamente todos los meses (excepto enero y agosto) hay mayor número de personas fallecidas en 2021 que en los años de 2019 y 2020.