Nueve meses de protestas colapsan la admirada sanidad británica

Según datos del NHS en Inglaterra, la institución «se enfrenta a otro período de interrupción significativa» con «miles de citas y procedimientos pospuestos debido» al último paro convocado, que va desde las 7 de la mañana del pasado viernes y hasta las 7 de la mañana de mañana, martes. Así, según las autoridades sanitarias, «el NHS ingresa al noveno mes de huelga en todos sus servicios».

Hasta la fecha, de acuerdo con los datos oficiales, alrededor de 778.000 citas hospitalarias en todo el NHS se han interrumpido debido a los constantes paros, con más de 458.000 turnos de personal interrumpidos. La acción anterior de los residentes «vio hasta 20.000 miembros del personal libres por día» durante los cinco días del parón de julio, cuando fueron pospuestas 102.000 citas hospitalarias.

Esta es la quinta huelga de médicos residentes, «lo que significa que los servicios han sufrido más de 450 horas sin un tercio de la fuerza laboral médica en los últimos cinco meses, el equivalente a 19 días completos».

Para el director médico nacional del NHS, el profesor Stephen Powis, «esta última ronda de huelgas de residentes volverá a interrumpir significativamente los servicios para los pacientes y el desafío adicional esta vez es que las organizaciones no pueden utilizar trabajadores externos para cubrir al personal en huelga», una decisión tomada por los tribunales. «También es un período en el que el personal del NHS a menudo toma vacaciones anuales, por lo que ya hay brechas en la fuerza laboral».

Powis prometió que «continuaremos priorizando la atención de emergencia, pero inevitablemente será necesario posponer miles de citas». «Si bien el personal del NHS está haciendo todo lo posible» para evitar mayores retrasos, «no hay duda de que el impacto acumulativo de las huelgas aumenta con cada una», mientras el servicio «continúa abordando el mayor retraso en su historia».

Las demandas de los residentes no son muy distintas a las de otros trabajadores sanitarios que también han dejado de trabajar durante algunas jornadas en los últimos meses: quieren mejoras salariales que permitan, defienden, hacer frente al elevado costo de la vida. El sindicato British Medical Association (BMA) detalló en un comunicado que «en el 2022, a los médicos residentes se les ofreció un aumento salarial insultante y muy por debajo de la inflación del 2%» y «no se puede esperar que nadie permanezca en un trabajo de alta presión cuando sus ganancias se erosionan año tras año». La BMA ha pedido un aumento salarial del 35% para compensar lo que dice son 15 años de aumentos salariales por debajo de la inflación.

Fuentes del sindicato detallaron que una encuesta reciente «sacó a la luz la realidad de la vida de miles de médicos jóvenes en todo el país». Por ejemplo, que en los últimos 12 meses «más del 50% ha tenido dificultades para pagar sus facturas de servicios públicos, casi el 50% ha tenido que pedir dinero prestado a la familia, alrededor del 80% ha tenido que reducir la cantidad que gasta en la compra de alimentos y reducir la calefacción». «Simplemente no es correcto que estén en una batalla constante para llegar a fin de mes. Trabajaron a toda máquina durante la pandemia y continúan trabajando incansablemente para sus pacientes haciendo frente a enormes retrasos y fuertes presiones». Así, «es profundamente preocupante, pero no sorprendente, que muchos médicos estén reconsiderando su elección de carrera o de trabajo».

La crisis del sector parece recrudecerse en lugar de aliviarse. Un récord de más de siete millones y medio de personas están esperando para comenzar tratamientos hospitalarios de rutina, el número más alto desde que comenzaron los registros para el NHS en Inglaterra, en el 2007, y unas 385.000 personas han estado esperando más de un año. Un dato sirve de ejemplo: sólo el número de pacientes cardíacos en listas de espera ha alcanzado un nuevo récord, con casi 400.000 personas en lista de espera a finales de junio, lo que para la British Heart Foundation supone una absoluta «crisis cardiovascular» dentro del NHS.

Las huelgas de médicos senior, de médicos residentes, de enfermeras, matronas, dentistas, trabajadores de ambulancias, y otros miembros del personal sanitario, solo han recrudecido el problema y se prevé que los paros se extiendan en los diferentes sectores por lo menos hasta el invierno, si los sindicatos no llegan a ningún acuerdo con el gobierno del primer ministro conservador Rishi Sunak. Los representantes de los trabajadores defienden que con estas convocatorias no sólo defienden sus intereses sino los de los pacientes, cuya seguridad se ve comprometida por los niveles inadecuados de personal y el agotamiento que sufren.