El barco 'Bibby Stockholm': una medida cruel e inhumana de una empresa con pasado esclavista

El anuncio del gobierno británico parece más la publicidad de un alojamiento turístico que de un centro de inmigrantes en el mar. Pero el ejecutivo defiende que su idea de alojar a las personas que llegan sin papeles al Reino Unido va en línea con las implementadas por «otros países de Europa, por ejemplo, en los Países Bajos, donde los inmigrantes se han alojado con éxito en embarcaciones. El gobierno escocés también ha utilizado embarcaciones para refugiados ucranianos».

Los argumentos no convencen. Mientras el ejecutivo advierte que «está previsto que los inmigrantes sean trasladados al Bibby Stockholm», que tiene tres pisos y 222 habitaciones, «en los próximos meses» y que en Interior están «en conversaciones con otros puertos y se anunciarán más barcos a su debido tiempo», más de cuarenta organizaciones han calificado los planes como «crueles e inhumanos».

Para el Refugee Council (Consejo de Refugiados), entre otros grupos que firmaron una carta abierta al director ejecutivo del centro, Nigel Quinn, el recinto viene a ser poco menos que una cárcel, «con condiciones similares a las de un centro de detención» pese a que quienes ahí estén «no son delincuentes» sino personas que «buscan protección en el Reino Unido». Y aunque el barco «no se utilizará oficialmente como prisión o embarcación de detención, las personas serán retenidas en condiciones similares a esta, con severas restricciones a la libertad de movimiento».

«Creemos firmemente que sus embarcaciones son completamente inapropiadas para su uso de esta manera, y que esta opinión es compartida por la mayoría de las personas en el Reino Unido que desean un sistema de asilo justo y humano», aseguran los firmantes, que además apuntan un detalle que no es baladí: muchas de estas personas han sufrido experiencias traumáticas en el mar en su huida de «circunstancias espantosas en países como Afganistán, Irán, Sudán, Siria y Eritrea».

Además, quienes se oponen a esta medida han cuestionado y pedido explicaciones sobre «la supuesta asociación histórica de su empresa con la trata de esclavos» que «hace que sea aún más importante que reflexione profundamente sobre si un contrato que conduce a la detención efectiva de personas que huyen de la guerra y la persecución es donde su empresa desea posicionarse en el 2023», considerando que «los vínculos entre su empresa matriz Bibby Line Group (BLG) y el comercio de esclavos se han establecido repetidamente». Pero la compañía defiende que «el Grupo Bibby Line se formó después de la abolición de la esclavitud y la empresa nunca ha estado involucrada en el transporte de esclavos» y que «mantenemos un enfoque de tolerancia cero hacia la esclavitud moderna, en línea con nuestros valores».