«El mayor riesgo era llevarnos un aprendizaje tremendo»

De hecho, Blue Banana nace en un viaje por Europa. Estábamos en la ciudad de Ámsterdam, a la que, si no has ido, te recomiendo ir, y nos enamoramos del escudo de la ciudad, que son tres equis. Encontramos nuestro logo y la excusa perfecta para lanzarnos a montarla.

- Me da un poco de respeto montar mi propio negocio. ¿A ti no te pasó?

- Si te digo la verdad, nosotros al principio no éramos conscientes realmente de lo que estábamos montando. Más que un negocio de ropa, lo que montábamos era una marca de una cuenta de Instagram en la que subíamos las mejores fotos del mundo. Esa era nuestra idea, simplificándolo todo mucho.

- Al final, si lo piensas, ¿cuál era nuestro riesgo? Habíamos invertido 2.000 euros, estábamos empezando la universidad y la estábamos compaginando. El mayor riesgo era llevarnos un aprendizaje tremendo. Entonces, si te tengo que decir un miedo, ha sido esa sensación de decepcionarnos a nosotros mismos, que, a día de hoy, pase lo que pase, nunca la voy a tener porque sé que lo hemos dado todo con el proyecto.Y con eso me voy muy contento y orgulloso.

- Llega el momento en el que acabas la universidad y en vez de buscar trabajo, como hacemos todos los jóvenes, decides centrarte en Blue Banana. ¿Qué te dijeron en casa y qué te dijeron los amigos?

- Apoyaron la decisión. Si te digo la verdad, para nosotros no fue compleja. Ya por aquel entonces llevábamos dos años dedicándonos a la marca y al proyecto, y ese año íbamos a cerrar con cerca de un millón de euros de facturación. Por lo tanto, sentíamos que tanto nuestro deber como, sobre todo, nuestro deseo, era centrarnos en Blue Banana e intentar hacerla crecer como hemos ido haciendo estos años.

- Juan, dinos ese factor diferencial para que vuestro proyecto haya triunfado, pero cientos se hayan quedado en el camino. Y no me digas que es suerte porque la suerte no lo es todo.

- Por supuesto que no. No te digo que es suerte porque sería tremendamente injusto e incierto. Sí que es verdad que la suerte siempre ayuda, más si la buscas. Pero creo que nuestro valor diferencial fue ser conscientes de lo difícil que era hacernos un hueco en un mercado que sabíamos que estaba desde el principio ya muy saturado.

A partir de ahí, construimos una estrategia alrededor del ruido en Instagram, y del contenido con nuestros viajes y el territorio de la aventura, que fuimos atacando. Simplificándolo mucho, hacíamos ruido más que ropa y lo que queríamos conseguir con esto era que la gente se sintiese identificada con la marca y que nos siguiese más que por el producto en sí, por lo que la marca transmitía alrededor de esos viajes, de sus imágenes y de su contenido en general.

- Si la marca no fuera sostenible, ¿realmente venderíais menos o es postureo?

- Nosotros tratamos de ser honestos siempre y decimos que no nacimos siendo sostenibles. No nacimos para salvar el mundo. Pero lo que sí es verdad es que conforme vamos creciendo y conociendo la industria textil en la que trabajamos, vamos siendo conscientes de lo contaminante que es.

También a nivel coherencia con nuestros valores de marca, hemos adquirido un compromiso con la aventura y con todo lo que la rodea que nos ha llevado a iniciar un largo camino en el que estamos empezando a dar pequeños pasos. Y nuestro mayor hito a nivel sostenibilidad es que nos convertimos, hace dos años, en la primera marca de ropa en España que negativiza sus emisiones de carbono. Y esto significa que compensamos el doble de emisiones que generan todas nuestras prendas.

Contestando a tu pregunta de si ser sostenible ayuda a vender más, si te digo la verdad, no lo sé. No es nuestra intención ni mucho menos. De lo que sí estoy convencido es de que, al final, el consumidor, hoy en día, cada vez está más comprometido en términos de sostenibilidad y que para nosotros, por el tema del compromiso con la aventura y respeto por la naturaleza, no había otra opción.

- Juan, qué aventurero eres. Ahora tienes 26 años y cuando empezaste tenías sÓlo 19. ¿No fue un hándicap esto?

- Si te digo la verdad, no lo ha sido. Yo creo que más que la edad, es una cuestión de actitud y de compromiso. Cuando la gente ve que te lo tomas en serio, que te comprometes con el proyecto, la edad no es un hándicap en sí.

Sí que te puedo contar alguna anécdota que hemos vivido... Recuerdo hace unos años una reunión que teníamos con directivos de Grupo Tendam. Nosotros estábamos muy ilusionados y asustados, y en la recepción nos confundieron con unos becarios que entraban ese día a trabajar.

Pero bueno, ¡es algo totalmente normal! Teníamos 20 años y son cosas que vas viviendo. Pero no considero que haya sido un hándicap emprender tan joven.

- Juan, animemos a nuestros jóvenes a que piensen y sueñen que es posible vivir de crear su sueño, de crear algo.

- Sí, por supuesto. Yo creo que al final cada uno tiene sus sueños, sus ambiciones y elige su propio camino. Pero, por supuesto, si lo que eligen los jóvenes es emprender, tengan la edad que tengan, pueden hacerlo. Al final, creo que lo más importante es estar preparado, dispuesto, tener ilusión y trabajar mucho, por supuesto.

Pero, desde mi propia experiencia, creo que lo más importante al trabajar es ser feliz y disfrutar con tu trabajo. Y yo he disfrutado tanto a lo largo de estos seis años con Blue Banana que lo recomendaría con los ojos cerrados. Porque lo peor que te puede pasar es que fracases, pero no fracasas porque ese aprendizaje, ese máster, te lo llevas para toda la vida.