Antes, durante y después: cómo llevar a buen puerto una mudanza con mascotas

Desorientación e incomodidad son las dos palabras clave . Con unos días de paciencia todo volverá a ser como siempre. Pero hay que hacerlo con santa paciencia y paso a paso. Desde masquemudanzas.com ofrecen una serie de consejos antes , durante y después de un cambio de hogar.

Antes:

- Saber si hay un veterinario cerca del nuevo hogar en el caso de una urgencia . Sin olvidar al que siempre le ha tratado.

-Que el animal esté bien identificado. Es necesario que lleve en su chapa nuestros datos con la nueva dirección por si se pierde, y por supuesto, debe tener su microchip.

-Acostumbrarlo al trasportín. Sobre todo si la mudanza implique un trayecto largo, sobre todo si el animal no está acostumbrado a viajar dentro de él. Es necesario hacerlo con antelación, metiendo dentro sus juguetes o el cojín de su cesta de dormir, haciéndolo entrar a ratos.

-Familiarizarse con el embalaje. Por lo general nuestras mascotas se ponen nerviosas cada vez que ve movimiento de maletas... imaginen una casa llena de cajas y bolsas de forma repentina. Puede ser de ayuda acondicionarlos para esta situación sacando las cajas poco a poco con antelación al día de la partida.

- Preparar una bolsa con lo indispensable del anima l (una botella de agua, su pienso y algún juguete).

-Conocer el nuevo hogar. En el caso de un perro, es aconsejable llevarlo a pasear por la zona de la nueva casa unas cuantas veces antes de mudarnos, e incluso pasar ratos dentro del domicilio. Así el día del traslado ya no le resultará tan extraño el lugar.

-Si la mudanza va a suponer pasar a vivir de un pueblo a una ciudad o al contrario lo ideal es ir iniciar un proceso de 'entrenamiento' para adaptar su comportamiento a la nueva situación . Evitar ladridos, acostumbrarse a no tener jardín, o a no estar con otros perros.

-Mantener sus rutinas. Lo normal es que con la mudanza nuestro nuevo hogar cambie, pero es aconsejable es que no cambiemos mucho lo referente a la mascota. El lío de la mudanza no debe repercutir en su horario de comidas o paseos. Cuanto más normal sea el proceso mucho mejor.

-Conservar sus recuerdos. Días antes de la mudanza es recomendable no lavar ni su cama ni sus juguetes (ya habrá tiempo después). ¿El motivo? Sus objetos personales son importantes para ellos, pues a través de su olfato les transmite recuerdos. Llegar a un lugar desconocido el tener cerca cosas que considera propias (como por ejemplo su comedero) son reconfortantes y les proporciona seguridad.

Durante:

-Dejar a nuestra mascota con una persona de confianza . Es muy recomendable que nuestra mascota no esté presente durante el traslado. De esta manera evitará su sensación de estrés con el movimiento de muebles y cajas. Nunca debemos trasladas a nuestro perro o gato en el camión de la mudanza.

-La mascota debe ser la última en el traslado. Hay que evitar en la medida de lo posible que el animal sienta cambios repentinos continuamente. Por ello, lo mejor es llevarlo a su nuevo hogar al final de la mudanza cuando todo esté ya colocado. De esta manera se habituará más rápido.

Después:

-Procurar que no se quede solo durante tiempos prolongados sobre todo los primeros días, hasta que el animal se familiarice .

- Adaptación poco a poco. Cuando hayamos trasladado todas nuestras pertenencias y antes de ir a recogerlo, puede ser una buena idea esconder en distintos lugares del nuevo hogar juguetes o sus chuches favoritos para que pueda entretenerse buscándolos. Es una forma divertida de que el perro se familiarice.

-A la hora de colocar su cama y sus cuencos de comida y agua buscar lugares parecidos a los que tenía en la otra casa (a ser posible en una habitación en la que vayamos a pasar muchas horas al cabo del día).