Mascotas: los nuevos 'hijos' cuestan a los españoles 3.000 millones al año
En las casas españolas viven 28 millones de mascotas. Los jóvenes cambian tener descendencia por los animales domésticos y los más mayores recurren a su compañía. El negocio, milmillonario, está en pleno apogeo
'Perrhijos', por Juan Manuel de Prada
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Iniciar sesiónEl único cementerio para mascotas que hay en Madrid abrirá mañana sus puertas. El Último Parque -así se llama esta necrópolis- llegó a recibir tal cantidad de 'dueños' los primeros de noviembre que «por respeto a los humanos», sus propietarios decidieron hace ... unos años que no era «apropiado» exhibir semejante músculo ante otros cementerios de la capital. «Nos han insistido tanto que este noviembre reabrimos», cuentan Jesús y Juana, al frente de este espacio desde su fundación en 1983.
Actualmente disponen de unas 8.000 fosas (las de honor, en mármol, cuestan unos 6.500 euros) aunque calculan que habrán enterrado a unos 30.000 animales de compañía desde los ochenta. «En algunas lápidas están las mascotas que ha tenido una familia a lo largo de la vida, en otras, hasta familias de mascotas», explica Juana.
Perros y gatos son mayoría, pero también hay 'mini-nichos' (estos rondan los 170 euros) para pájaros, hámters y hasta lagartijas. Entre los pasillos, se suceden auténticos mausoleos caninos y se pueden leer epitafios del estilo «Gorky. 1987-2003. Aquí tenemos guardado a nuestro tesoro más querido. Estamos muy solos sin ti» o «Dusko. 1988-2004. Has sido la alegría de nuestra vida. No te olvidaremos nunca 'Dukino'. David y Pili y toda tu familia te llevaremos siempre en el corazón».
Un par de legionarios, de uniforme, acuden regularmente a visitar a una de sus difuntas cabras hasta este recinto en Arganda del Rey donde también descansa el famoso perro de Paloma Hurtado, que protagonizó uno de esos sucesos imborrables de la hemeroteca. A un policía se le dispara el arma accidentalmente en el año 1993. Una de las balas alcanza la mejilla de la actriz cómica y otras tres postas, del tamaño de un guisante, van a parar al animal, que Hurtado llevaba en brazos. Chico, un yorkshire enano, muere salvándole la vida a la artista.
El apego y el recuerdo
«Las historias que alberga El Último Parque son increíbles. Hemos tenido entierros de perros a los que han acudido hasta veinte personas. La sensibilidad hacia las mascotas es cada vez mayor. El apego a los animales domésticos lleva a muchas familias a acudir a nosotros para que su recuerdo permanezca vivo en el tiempo», afirma Jesús a este diario. Lo cierto es que su negocio está en pleno apogeo: en más del 40 por ciento de los hogares españoles hay un animal doméstico. En total, se calcula que habría más de 28 millones de mascotas dentro de nuestras fronteras. Los perros, 9,3 millones, ocupan la primera posición, le siguen 7,9 millones de animales de acuario, 5,8 millones de gatos y 5 millones de aves.
se gasta un español de media en el cuidado de su mascota
El dinero que nos gastamos en su mantenimiento no ha dejado de aumentar en la última década. Según el último estudio sobre mascotas publicado en nuestro país, de media el español invierte casi 1.300 euros anuales en cuidados a su animal (alimentación y salud, principalmente). La Aedpac (Asociación española de la Industria y el Comercio del Sector del Animal de Compañía) señala a ABC que este mercado movería a nivel nacional unos 2.984 millones de euros al año. A esto se une una tendencia al alza: la industria está creciendo un 8 por ciento anual, llegando a picos del 10 y el 14 por ciento en algunas categorías de productos.
Para Lorenzo Navarrete, decano del Colegio de Politólogos y Sociólogos de Madrid, la realidad se explica a partir de, dice, una «alineación de los astros». Por una parte, se habría dado una sucesión de fenómenos demográficos: el retraso en la emancipación de los jóvenes y el aumento de la esperanza de vida de la población. Los primeros optan, cada vez más, por el animal en sustitución de la descendencia. Los segundos, víctimas de la llamada «soledad no deseada», recurren a la compañía de las mascotas en la vejez.
«La sociedad, que necesita héroes, ha caído en una sublimación de la mascota, atribuyéndole características humanas que no posee»
Lorenzo Navarrete
decano del Colegio de Politólogos y Sociólogos de Madrid
Al margen de la clave demográfica, para Navarrete se dan otros factores: «La sociedad, que necesita héroes, ha caído en una sublimación de la mascota, atribuyéndole características humanas que no posee». Y añade que el animal doméstico también alimenta nuestra imagen social: «La gente se cree que el otro les ve a través de su mascota que, además, sirve para crear comunidad, dar con una nueva red de contactos».
Basta darse una vuelta por el Parque de Berlín, en el barrio Ciudad Jardín de la capital. Además del intenso fogueo de pelotas de tenis (con sus correspondientes perros corriendo tras ellas), pasada la hora de salida de los trabajos se van creando en el parque corrillos de los que asoman correas vacías y bolsitas de plástico para los excrementos. Si no fuera por estos dos complementos resultaría difícil distinguir su conversación de la de un grupo de padres de una clase de primaria a la salida del colegio.
Es precisamente esta 'humanización' de las mascotas lo que se muestra sin pudor en redes sociales. No es ya que el dueño pose junto a su gatito en varias publicaciones, sino que cada vez es más común que el minino tenga su propio perfil, una cuenta en el que se simula que tiene un discurso (voz), complejos sentimientos y hasta ego.
Antes de la sesión fotográfica hay dueños que acuden a centros de estética para preparar a las mascotas y que 'sus' seguidores les vean 'guapos'. Luxury Pets es uno de esos lugares.
-Son 2.835 con 35 céntimos, señora. Tarjeta, ¿verdad?
A la perrita, que sale por la puerta en brazos, le han hecho un 'completo'. Peluquería, lavado con tres baños, dos tratamientos de champú, uno de acondicionador para el volumen, corte de pelo y uñas. Pero la cuenta que se ha preparado tiene que venir engrosada por alguna de las piezas que venden en la tienda. Porque en Luxury Pets también tienen pequeños maniquís (la ropa se muestra como si estuviera pensada para animales que andan erguidos) con trajes estilo Chanel, correas con tachuelas o perfumes caninos.
Los españoles miman la imagen externa de sus animales domésticos. Algo que, dueños como Tatiana, relacionan directamente con la alimentación. «He dejado de comprar los piensos que venden en el supermercado, desde que vengo a lugares de comida especializada noto que su sus digestiones son mejores, ¡incluso su pelo brilla más!», refiere señalando a su perra, Tana.
El encargado de la tienda a la que va Tatiana, Óscar Gutiérrez, resume así la idea que da sentido a Naturanimal: «Si un humano se alimentase a diario en Burguer King su salud se resentiría. Si a nuestra mascota le damos siempre piensos, lo lógico es que visitemos más a menudo al veterinario. Aquí huimos del 'fast food' para animales. Nuestro pollo es pollo de verdad, basta con mirar la etiqueta», explica, corporativo.
Aunque negocios como Luxury Pets o Naturanimal proliferan a velocidad de vértigo en las ciudades españolas, nuestro país es, según Aedpac, el quinto en Europa por volumen de mercado, por detrás de Alemania, Reino Unido, Francia e Italia.
Los extremos
Sin embargo, hace un par de semanas, un titular en la prensa internacional no dejaba a los británicos en demasiado buen lugar en lo relativo al cuidado de sus mascotas.
La Real Sociedad de Prevención contra el Maltrato Animal (Rspca, por sus siglas en inglés) alertó de que 129 animales son abandonados al día en Inglaterra y Gales, frente a los 104 del año anterior. Esta institución apuntaba que el confinamiento había provocado un aumento sustancial del número de animales de compañía, pero la delicada situación económica estaría llevando a aquellos compradores a abandonar.
La noticia ha reabierto el debate sobre el cuidado de las mascotas y sus extremos en Reino Unido. Y Europa ya se plantea preguntas como la que el fallecido Jesús Quintero le hizo a Joaquín Sabina hace ya algunos años. «¿Está más desprotegido el hombre o el animal?». Sabina, irónico, respondía: «Todos tenemos un amigo o una amiga que mima a su gato de una manera impresionante. Hasta la persona más vil podría matar por él. Creo que ahí hay algo no explicado, algo raro».
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